México.

Por su ubicación e historia geológica, México es hogar de una majestuosa diversidad. Sus paisajes verdes y desérticos están cubiertos por unos seres extraordinarios: las plantas. En nuestro país habitan alrededor de 25.000 especies y casi un tercio de ellas son endémicas: sólo se encuentran Jardín Botánico. La biznaga barril dorada, una de las 670 especies de cactáceas de México.

Alcanzar este gran tamaño requiere décadas y aunque puede producir miles de semillas al año, es probable que sólo uno o dos descendientes sobrevivan a las condiciones climáticas extremas o la depredación. Su belleza y espinas doradas han hecho que este cactus sea llevado a los jardines en el extranjero. Sin embargo, en su ambiente natural está casi extinto, limitándose a algunas zonas de los estados de Hidalgo y Querétaro. Desafortunadamente, este no es el único caso.

El crecimiento de las ciudades, el cambio de uso de suelo para agricultura o ganadería y la extracción de ejemplares para comercio ilegal han puesto en peligro a estos organismos. Para proteger y preservar la riqueza vegetal existen los jardines botánicos; museos vivos cuyos ejemplares en exhibición se modifican a la cadencia y compás del tiempo.

El Jardín Botánico del Instituto de Biología de la UNAM, en la Ciudad de México, el segundo más antiguo del país, resguarda cerca de 2.200 especies de plantas en sus 15 colecciones, esto es, cerca del 8% de la diversidad vegetal conocida en México. Entre la roca volcánica del Pedregal de San Ángel, los científicos de la UNAM han representado los tres ambientes principales del país: el árido y desértico, el templado y el tropical. Para mostrar un aspecto del conocimiento tradicional en el uso de las plantas, creó una colección de plantas medicinales.

Con una gran diversidad vegetal concentrada en un pequeño territorio, el jardín se ha convertido en lugar de visita de muchas aves. En sus instalaciones se realizan actividades de difusión, docencia e incluso de recreación, pero también de investigación.

Al convertirse en hogar de un tercio de las especies vegetales consideradas en alguna categoría de riesgo este Jardín Botánico desarrolla programas de rescate, cultivo y propagación de estos organismos, contribuyendo así a su conservación.

Además, aquí se encuentra un centro de adopción de plantas donde todos podemos contribuir a la protección de especies en peligro de extinción. La pérdida acelerada de especies de plantas afecta gravemente nuestra riqueza natural. Por ello, los jardines botánicos son fundamentales para su conservación, pues cada vez es más evidente que si cuidamos de ellas, nos cuidamos a nosotros mismos.

Por: DGDC.