Italia.

Cumplir casi 2.000 años necesariamente deja huella. El Panteón de Roma ha conseguido resistir al paso del tiempo, pero para que siga asombrando al mundo del futuro requiere un mantenimiento meticuloso que ahora se centra en su inmenso suelo de piedra.

Cuarteado por las grietas de sus milenios de historia, el panteón ha sobrevivido al inexorable paso del tiempo: guerras viejas y nuevas a saqueos, reformas como los campanarios que le puso Bernini y en los últimos tiempos también al turismo de masas.

Por ello, para asegurar su conservación, desde hace un año se sigue un programa de restauración que ya ha arreglado el gigantesco portón de bronce original, asegurando algunas partes de las bisagras que corrían el riesgo de romperse.

Ahora, la atención se centra en su pavimento de mármol que visto desde las alturas se extiende como un gigantesco mosaico formado por grandes cuadros y círculos de diferentes colores.

El mármol que los romanos usaron para su suelo es de altísima calidad, pero pese a la excelencia de este material, la directora sostiene que el trasiego de personas ha generado corrosiones y rupturas que deben ser arregladas, primero para su conservación, pero también para evitar baches y tropiezos entre sus visitantes.

La iniciativa del ministro de Cultura Genaro Saint Giuliano, recaudó 5,3 millones de euros gracias al millón y medio de visitantes que hubo hasta noviembre: un presupuesto que servirá para mantener el edificio a punto.