Francia.
La arena está por todas partes, pero puede escurrirse entre nuestros dedos. Se encuentran computadoras, papel, vidrio, vino, tarjetas de crédito, cosméticos, pero el sector que más la necesita es, por lejos, el de la construcción.
Con la creciente urbanización mundial, la demanda actual de arena es enorme. China representa dos tercios de la extracción de arena del mundo. No obstante, la arena puede tardar cientos de miles de años en renovarse. De hecho, hoy no es tan fácil de conseguir. La de las canteras se está agotando.
En los ríos, su extracción corre el riesgo de ser prohibida, ya que puede provocar inundaciones o la reducción del nivel del agua. Su extracción del fondo del mar, en tanto, es muy destructiva para los ecosistemas marinos. Y si se extrae demasiado cerca de las playas, desaparece de las costas para rellenar las cavidades.
La creciente demanda de arena ha disparado su precio. Las mafias utilizan las playas para vender arena al sector de la construcción, desde Marruecos hasta India, Sierra Leona o Singapur.
Con qué se puede sustituir, vidrio triturado, escombros de edificios y restos de mariscos, después de su consumo, son algunas alternativas.
La arena del desierto, demasiado fina y redonda, no se puede utilizar en la construcción. Dubai ha agotado sus propios recursos de arena del fondo marino para sus proyectos faraónicos, y ahora la importa de Australia.
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