México.
El Laboratorio de Robótica Médica y Bioseñales, ubicado en el Centro de Innovación y Desarrollo Tecnológico en Cómputo, desarrolla tecnologías enfocadas en la ingeniería biomédica y la computación aplicada a la medicina. Su objetivo principal es crear innovaciones tecnológicas que beneficien a la sociedad, especialmente en el área de rehabilitación para personas con discapacidad. Ante la falta de personal suficiente para atender a la población, el laboratorio investiga y diseña dispositivos que puedan asistir a los especialistas en su labor.
Uno de los proyectos en desarrollo es un exoesqueleto para el miembro inferior enfocado en la rehabilitación infantil. Este sistema robótico cuenta con seis actuadores que permiten brindar terapia a todo el miembro inferior. Actualmente, se están realizando pruebas técnicas para, en el futuro, establecer un protocolo clínico y llevar a cabo ensayos en hospitales.
En cuanto a la implementación de este tipo de tecnologías, algunos hospitales, como los Centros de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT), ya utilizan exoesqueletos de importación. Sin embargo, estos dispositivos son costosos y su disponibilidad es limitada. Por esta razón, el laboratorio busca desarrollar alternativas accesibles y fabricadas en México.
Cabe destacar que en 2017, el Gobierno de la Ciudad de México destinó 8.1 millones de pesos para la creación de un exoesqueleto robótico para la rehabilitación de columna y miembros inferiores. Este dispositivo, diseñado por ingenieros del Instituto Político Nacional, fue instalado en el Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital General de la Villa y también fue desarrollado en este laboratorio en colaboración con dicho hospital.
Además del exoesqueleto para miembros inferiores, en el laboratorio se está trabajando en un prototipo para la rehabilitación de miembros superiores. Este diseño considera las dimensiones antropométricas de la población mexicana y cuenta con segmentos ajustables en el antebrazo y la palma de la mano. Todas sus piezas han sido fabricadas mediante impresión 3D y está destinado a adultos de entre 18 y 64 años.
Otra de las líneas de investigación del laboratorio es el desarrollo de sensores portátiles que pueden colocarse en diferentes partes del cuerpo. Estos dispositivos permiten realizar estudios del sistema locomotor humano y su anatomía, así como mejorar los entornos de rehabilitación. Una de sus aplicaciones principales es el análisis de la marcha humana para personalizar los tratamientos de cada paciente y optimizar la funcionalidad de exoesqueletos.
También se está trabajando en módulos inerciales que describen el movimiento de las articulaciones del miembro superior en pacientes en rehabilitación o bajo seguimiento médico. Estos sensores permiten monitorear con precisión los movimientos y ajustar las terapias según las necesidades individuales de cada paciente.
Los proyectos desarrollados en este laboratorio buscan generar un impacto positivo en la sociedad, proporcionando soluciones innovadoras para la rehabilitación de personas con discapacidad y mejorando la calidad de vida de quienes requieren estos tratamientos.
Por: Conversus.
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