De acuerdo con experimentos publicados en las revistas Nature Human Behaviour y Nature, los chimpancés y los abejorros pueden aprender una nueva habilidad observando a individuos de su misma especie, lo que se conoce como aprendizaje social.
Los resultados sugieren que tanto simios como los citados insectos pueden tener capacidad para la acumulación cultural, que hasta ahora se consideraba una característica exclusivamente humana. Esta se refiere a la acumulación gradual de conocimientos y habilidades a lo largo de generaciones, lo que permite desarrollar comportamientos cada vez más complejos.
En el caso de los humanos, existe una cultura compleja que les permite copiar comportamientos de otros y, como tal, la cultura humana es acumulativa: las habilidades y tecnologías se acumulan a lo largo de las generaciones y se vuelven cada vez más eficientes o complejas.
Sin embargo, según hipótesis antropológicas, los chimpancés no aprenden de este modo, sino que pueden reinventar comportamientos culturales de forma individual. Aunque existen pruebas de la existencia de una ‘cultura’ en los chimpancés, estas teorías cuestionan que la misma surja a través de la copia de conocimientos entre individuos.
Un rompecabezas de tres pasos
Para comprobar si esto es así, los científicos, liderados por Edwin van Leeuwen, de la Universidad de Utrecht, realizaron un experimento con 66 chimpancés de Zambia, alojados en dos grupos separados.
Los chimpancés recibieron una caja rompecabezas que requería tres pasos para abrirla y obtener una recompensa alimenticia: era necesario recuperar una bola de madera, sacar un cajón del aparato y mantenerlo sobresalido, e introducir la bola en el cajón extraído.
Tras tres meses de exposición a la caja, los chimpancés no desarrollaron las habilidades necesarias para abrirla, explica la revista.
A continuación, los autores entrenaron a un chimpancé de cada uno de los dos grupos para abrir la caja y observaron si los demás animales desarrollaban esta habilidad a lo largo también de tres meses.
14 de los 66 chimpancés desarrollaron la habilidad de abrir la caja, y todos ellos habían visto a otro chimpancé abrir la caja al menos 9 veces hasta 1,5 metros de distancia.
La «sofisticación cognitiva» de los abejorros
En el otro trabajo, investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres revelaron que los abejorros poseen un nivel de sofisticación cognitiva nunca antes visto: pueden también aprender tareas complejas de varios pasos a través de la interacción social, aunque no puedan resolverlas por sí solos.
En este caso, el equipo dirigido por Alice Bridges y Lars Chittka diseñó una caja rompecabezas de dos pasos en la que los abejorros debían realizar dos acciones distintas en secuencia para acceder a una dulce recompensa al final.
Mientras que los ejemplares individuales tenían dificultades para resolver el rompecabezas cuando empezaban desde cero, los que podían observar a un abejorro ‘demostrador’ entrenado aprendían fácilmente toda la secuencia. Pueden compartir y adquirir comportamientos que van más allá de sus capacidades cognitivas individuales, señala una nota de la universidad.
Esta investigación abre interesantes posibilidades para comprender la aparición de la cultura acumulativa en el reino animal.
La capacidad de los abejorros para aprender una tarea tan compleja de un demostrador sugiere una posible vía de transmisión cultural e innovación más allá de sus capacidades individuales de aprendizaje, concluyen los autores.
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