París, Francia.

 

Los depredadores naturales como pájaros, escarabajos e insectos podrían ser una alternativa efectiva a los pesticidas, manteniendo a raya las poblaciones de plagas que devoran los cultivos y aumentando los rendimientos agrícolas, dijeron los investigadores el miércoles.

Las plagas son responsables de alrededor del 10%, o 21 millones de toneladas, de pérdidas de cultivos cada año. Para controlarlas se ha generalizado el uso de pesticidas químicos.

¿Podrían pájaros, arañas y escarabajos, entre otros depredadores invertebrados, hacer el trabajo igual de bien?

Un estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B recopiló los resultados de investigaciones en Brasil, Estados Unidos y la República Checa.

Allá donde hay abundancia de depredadores naturales, la población de plagas se redujo en más del 70%, mientras que los rendimientos de los cultivos aumentaban en un 25%.

«Los depredadores naturales son buenos agentes de control de plagas, y su mantenimiento es fundamental (…) en un futuro donde el cambio climático es inminente», dijo el autor principal, Gabriel Boldorini, estudiante de doctorado de la Universidad Federal Rural de Pernambuco en Brasil, a la AFP.

Aunque los investigadores no compararon directamente la efectividad de los invertebrados versus los pesticidas, los daños que causan los pesticidas a los ecosistemas y al control biológico están bien documentados, desde la pérdida de biodiversidad y la contaminación del agua y el suelo hasta los riesgos para la salud humana, recordó el investigador.

Los depredadores naturales son más efectivos a la hora de controlar plagas en regiones con mayor variabilidad de lluvias, lo cual se espera que aumente debido al cambio climático, según las conclusiones del estudio.

Los investigadores también se sorprendieron al descubrir que tener una sola especie de depredador natural era tan efectivo como tener múltiples especies, dijo Boldorini.

«En general, cuantas más especies haya, mejor funcionan los ecosistemas. Pero hay excepciones», dijo, agregando que una sola especie podría hacer el trabajo igual de bien.

El cambio climático y los niveles crecientes de dióxido de carbono afectan tanto al rendimiento de los cultivos como a la dinámica de las plagas, al expandir la distribución de las plagas y aumentar sus tasas de supervivencia.

Otros estudios han demostrado al mismo tiempo que los invertebrados vitales para la salud del ecosistema están sufriendo un rápido declive a nivel mundial.

Según Boldorini, la conservación de los invertebrados «garantiza el control de plagas y un aumento de la productividad, sin dañar los ecosistemas».