Madrid, España.
La Real Academia Española de la Lengua (RAE) aprobó en su pleno admitir que el adverbio «sólo» así como los pronombres demostrativos «éste», «ése» o «aquél» vuelvan a escribirse con tilde cuando, «a juicio del que escribe», pueda existir ambigüedad en la interpretación, al poderse confundir al primero con el adjetivo homónimo y a los otros con los correspondientes artículos demostrativos.
La Academia, sin embargo, afirma que no ha variado su doctrina, sino que lo que se ha aprobado es únicamente «una nueva redacción que se publicará en el Diccionario Panhispánico de Dudas, que no modifica la norma sino que la hace más clara». Una doctrina y una norma mantenida desde la última actualización de su Ortografía, publicada en 2010.
Entonces quitó el acento gráfico a estas palabras por considerar que no cumplían para el uso de la tilde diacrítica el requisito de que se opusieran «palabras tónicas o acentuadas a palabras átonas o inacentuadas formalmente idénticas, ya que tanto solo [aquí sin tilde, claro] como los demostrativos son siempre palabras tónicas en cualquiera de sus funciones».
Aunque la RAE todavía no ha vuelto a incluir «sólo» en su diccionario en línea, que devuelve la respuesta «la palabra sólo no está en el Diccionario», sí que contesta ya a la pregunta «¿se puede escribir «solo» con tilde?» en su sección de dudas rápidas: «Cuando solo funciona como adjetivo, no se tilda; cuando funciona como adverbio, puede tildarse únicamente si hay riesgo de ambigüedad, pero se recomienda no tildarlo ni siquiera en esos casos y resolver la ambigüedad de otra manera».
Esta tibia aceptación de que pueda volver a tildarse el adverbio «sólo», aunque sólo excepcionalmente cuando el que escribe no encuentre otra manera de resolver la posible ambigüedad «de otra manera», ha sido muy celebrada en las redes sociales, por usuarios anónimos y por conocidos escritores.
Por ejemplo, el precisamente académico Arturo Pérez-Reverte. Y no ha sido el único debate lingüístico en el seno de la RAE que ha llenado las redes sociales.
La Real Academia, que lleva velando por la correcta ortografía del idioma español desde el siglo XVIII, abrió con la supresión de la tilde en «sólo», «éste», «ése» y «aquél» un intenso debate que ha durado trece años y en el que participaron escritores como el propio Pérez-Reverte o el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, casi todos a favor de retomar la tilde en esas palabras.
La nueva redacción del texto parece pretender dejar zanjada la cuestión con una decisión en la que todos ganan. «Win-win». O al menos eso parece indicar el último tuit de la RAE, dedicado precisamente a este doble término anglosajón.
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