México.
La mayoría de los países han optado por la fumigación para detener las plagas. Sin embargo, el uso excesivo de químicos podría perjudicar al medio ambiente.
“Ya pasando a la cuestión de los químicos, pues estos productos químicos tienen que ser aplicados por personal especializado. En mi muy particular punto de vista, siempre y cuando ya se haya hecho una detección del problema, porque estos productos químicos no son selectivos. Si no se aplican de manera adecuada, pueden acabar con cualquier otro insecto que se encuentre en el entorno y pues muchos insectos tienen funciones dentro de un ecosistema: basta mencionar el ejemplo de las abejas”, explicó Víctor del Río Araiza, investigador.
“El abuso de estos mecanismos de control ha provocado resistencia a estos productos y entonces ya no son efectivos. Y eso ha sucedido también con parásitos como las chinches o las liendres o de las garrapatas que también pueden atacar a los humanos”, detalló Martín Aluja, investigador.
Si no se mantiene el uso responsable de los plaguicidas, los suelos, el agua y el aire podrían verse afectados con efectos nocivos, provocando la pérdida de especies y ocasionando la presencia de otras plagas como cucarachas y ratas en las zonas urbanas.
“Un ejemplo terrible por el que está pues para mí fuera de control son las cucarachas. Las cucarachas están explotando exponencialmente en zonas urbanas. Repito: por el problema de los drenajes mal manejados y también por el abuso excesivo de agrotóxicos. Lo mismo está pasando con los mosquitos”, contó Aluja.
La presencia excesiva de plagas en países como Francia, Estados Unidos o México ha provocado un incremento de enfermedades como el hantavirus, la tularemia o la peste. En cuanto a alergias, encontramos síntomas parecidos al asma, ronchas con picazón y manchas rojas, afectando considerablemente nuestra salud.
“Vemos que las plagas se han presentado en ciudades muy importantes como París, como Nueva York. También causan problemas emocionales porque también hay reportes de alteraciones en los patrones de sueño. Cuando nosotros pensamos que ya tenemos ese problema o escuchamos tanto hablar de él, pues ya empieza por ahí otro problema y a lo mejor es algo psicosomático, no algo que siento que algo me está caminando cuando no es. Pero lo que sí es frecuente son estas interrupciones en los patrones de sueño”, destacó Araiza.
Las plagas también desencadenan crisis entre la población. Por ello, es importante que las instancias profesionales encargadas del control de plagas y las autoridades sanitarias consideren medidas sustentables para evitar el desequilibrio ecológico, problemas sanitarios, daños y pérdidas económicas a corto y mediano plazo, además de la responsabilidad que tenemos cada uno de nosotros para disminuir el impacto en el desarrollo natural de los ecosistemas.
Por: TV UNAM.
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