Bahía de Sechura, Perú. 

Basta con sumergirse tres metros en la Bahía de Sechura, al Norte de Perú, para extraer conchas de abanico o Vieiras. Consideradas como las “pepitas de oro del mar”, estos moluscos han convertido a Perú en potencia mundial debido a las miles de toneladas que se exportan a los mercados de Europa y Norte América.

La semilla de la concha de abanico es sembrada en el fondo del mar y al cabo de nueve meses el molusco está listo para ser comercializado, por un precio que va de entre seis y 11 dólares el kilogramo. Luego de ser cosechado, el producto es cargado en camiones refrigerantes que lo trasladan a plantas procesadoras en Sechura, ahí se realiza el lavado, pesado y embolsado de las conchas, también conocidas como Ostiones.

Según la Sociedad Nacional de Industrias de Perú (SIN), las ganancias por las conchas de abanico llegaron a 56.1 millones de dólares, gracias a la exportación de 4 mil 500 tonales hacia Francia como principal destino. Según cifras oficiales, se recolectaron aproximadamente 730 mil mallas, que representan 18 mil toneladas cosechadas.

En 2017 debido al impacto del fenómeno climático de El Niño, que eleva la temperatura de los océanos, solo se produjeron 50 mil mallas, de ahí la importancia de cuidar la bahía de Sechura y sus “pepitas de oro de mar”.

Por: AFP