Dinamarca.
La paciente con artritis reumatoide Mette Spangsgaard acude a su ecografía habitual en el Hospital de Svendborg, al sur de Dinamarca. Pero la realiza un robot. A esta mujer de 45 años le diagnosticaron artritis reumatoide -una enfermedad autoinmune que ataca principalmente a las articulaciones- en 2014. Los problemas de salud obligaron a la ex profesora a jubilarse anticipadamente.
«Recibí el diagnóstico tarde, y he vivido algunos cambios, sobre todo en los pies, en los huesos, que son para toda la vida. Cuando tienes esos cambios, ya no se puede volver atrás. Así que es importante porque tendrá un impacto en mi futuro, en cómo puedo caminar y demás», contó Mette.
El robot clínico automatizado, llamado ARTHUR -abreviatura de «ARTHritis Ultrasound Robot»- utiliza un brazo robótico para escanear metódicamente las once articulaciones de cada mano. Tras tomar automáticamente las imágenes de la ecografía, ARTHUR las analiza mediante un algoritmo de inteligencia artificial y envía un informe a los médicos, junto con una historia clínica electrónica.
El robot puede escanear las dos manos de un paciente en unos 12 minutos, lo que significa que puede atender hasta cuatro pacientes por hora. Los médicos dicen que es importante diagnosticar la artritis reumatoide a tiempo para evitar la pérdida de la función articular.
«El mismo paciente, si se detecta a tiempo, puede ser tratado con mucha menos medicina que el mismo paciente que se detecta mucho más tarde, donde el sistema inmunitario está mucho más desregulado y ahí necesita un tratamiento mucho más caro, y el riesgo de daño articular es mucho mayor», explica Soeren Andreas Just, consultor de reumatología en el Hospital Universitario de Odense (Svendborg).
ARTHUR entrará en servicio regular en el Hospital de Svendborg en diciembre. ROPCA dice que también ha recibido consultas de Alemania y Canadá y podría solicitar la aprobación de la FDA de Estados Unidos en los próximos años.
«La artritis reumatoide es progresiva y las articulaciones empeoran, por lo que hay que actuar rápidamente. Actualmente tenemos enormes colas de espera. Se supone que debemos ver frecuentemente a las personas en tratamiento, están de acuerdo en aproximadamente 6 a 8 semanas después del inicio de los síntomas, y actualmente en toda Europa son seis meses de espera», dice Johannes Schaeferhoff, director general de ROPCA.
Spangsgaard no ha renunciado a volver a la enseñanza algún día. Espera que robots como ARTHUR puedan detectar los casos de artritis reumatoide antes de que se detectaron sus propios síntomas.
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