Buenos Aires, Argentina.
En Argentina, a partir de abril, mil jóvenes ingresarán a estudiar un doctorado con una beca del sistema científico y tecnológico nacional en un momento de profunda crisis e incertidumbre para el sector académico y de la investigación.
Desde que Javier Milei asumió la Presidencia argentina, en diciembre de 2023, el sector atraviesa significativos recortes en fondos para proyectos de investigación, despido de miles de trabajadores y pérdida del poder adquisitivo mayor al 30 por ciento.
Representantes de universidades públicas, institutos de investigación y organizaciones gremiales se declararon en alerta ante rumores sobre nuevos ajustes para la ciencia.
Un comunicado conjunto de la Federación de Docentes Universitarios, la Federación de Sindicatos Universitarios de América del Sur y la Federación Latinoamericana de Trabajadores Científicos, rechaza los planes de desmantelamiento de los organismos de ciencia y tecnología del país, al que califica de ataque directo a la producción de conocimiento y a la educación pública, “lo que refleja una mirada regresiva que desconoce el rol estratégico de la ciencia como motor de soberanía y progreso”.
En este contexto, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) anunció becas doctorales con un leve aumento en relación con la convocatoria anterior. Según el CONICET, en 2024 se otorgaron 950 y este año fueron 1.000, cifra que no alcanza las becas otorgadas antes de gobierno de Milei.
Sobre el tema
En 2024 hubo un recorte de 30 por ciento para la asignación de becas doctorales y se cambió el inicio de actividades de abril a agosto, lo que llevó a que los becarios tuvieran casi medio año de incertidumbre sobre su ingreso al sistema.
“Este año se logró volver al cronograma de siempre, que se respete el número que estaba anunciado y que se hayan dado los resultados cuando estaba previsto”, comenta a SciDev.Net Jorge Aliaga, integrante del Directorio de CONICET, principal organismo de ciencia de Argentina y encargado de entregar las becas, entre otras funciones.
Según Aliaga, para el gobierno la formación de investigadores es un dispendio de recursos, y este repunte en becas deviene de discusiones del Directorio con altas esferas de la gestión.
“No se dan becas para hacer un doctorado porque haya un derecho humano para esto, sino porque hay una decisión política de que el país necesita gente formada con doctorados y decide invertir para que una persona pueda dedicarse cinco años a esto y no a trabajar de otra cosa”, enfatiza.
Más información
El programa de becas de CONICET, dirigido a graduados universitarios, también asigna becas de finalización de doctorado a profesionales que iniciaron estudios con apoyo económico de otras instituciones y estén en condiciones de defender la tesis doctoral.
“Para esta convocatoria hubo una mayor demanda para becas de finalización de doctorado y si bien se mantuvo la bolsa de beca que históricamente se ha venido dando, que antes alcanzaba para cubrir a toda la gente que quería terminar su doctorado, este año quedaron fuera 172 personas que cumplen todos los requisitos”, comenta Monica Balzarini, directora del Centro Científico y Tecnológico del CONICET (CCT) en Córdoba.
Estas personas, en su mayoría, habían iniciado los estudios con becas de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (Agencia I+D+i), que financia proyectos de investigación y que desde la asunción del gobierno libertario atraviesa un profundo desfinanciamiento y paralización de actividades. La situación crítica de la Agencia podría ser la explicación al aumento de solicitudes para estas becas.
Desde 2024, directivos de los 17 centros científicos y tecnológicos que CONICET tiene en el país comenzaron a articular su problemática común y reclamar el correcto funcionamiento del organismo.
“Estamos preocupados porque en la última convocatoria las postulaciones bajaron un 30 por ciento y tenemos una alta tasa de renuncias o de no aceptación de la beca”, comenta Mirtha Lewis, directora del Centro Nacional Patagónico, en la provincia de Chubut, en la Patagonia argentina.
El sector académico alerta que esta crisis en el sistema científico nacional impulsa a que los jóvenes desestimen la idea de dedicarse a la investigación, o bien, emigren.
Injerencia del mercado en el rumbo de la ciencia
Javier Milei y su equipo manifestaron públicamente en reiteradas ocasiones el deseo de que el sector privado tenga una mayor participación en el rumbo de la ciencia y la tecnología en Argentina.
Todavía se desconocen los detalles de cómo sería ese avance. Sin embargo, el área de prensa de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología confirmó a SciDev.Net, vía mail, que la gestión actual mantiene reuniones con representantes de distintas áreas del sector privado para avanzar en las metas establecidas en el Plan Estratégico 2024-2025.
Hasta el momento ese documento no fue difundido en su totalidad. En noviembre de 2024 fue anunciado por la red social X, pero las autoridades del sector consultadas dijeron no conocerlo. En su email a SciDev.Net, la entidad dio a conocer que el Plan estará disponible próximamente en su página web.
“Nos proponemos construir una nueva lógica de financiamiento a través de la definición de áreas estratégicas y criterios de priorización, propiciando la sistematización y disponibilización [sic] de la información. Asimismo, desarrollar herramientas y normativas para mejorar la vinculación tecnológica, propiciar la transferencia de tecnología e impulsar la inversión privada en Investigación, Desarrollo e Innovación”, señalaron a SciDev.Net desde la entidad.
Indica además que esa evaluación debe tener un “correlato con el Plan Estratégico definido para 2024-2025”, orientando la generación de conocimiento a temas como “agroindustria, energía y minería, economía del conocimiento y la innovación y salud”.
Las declaraciones
El sector privado nacional e internacional “es muy fuerte en el financiamiento de la ciencia, y es muy importante que esté, pero tienen que estar juntos con el financiamiento público y no sustituirlo”, menciona Balzarini.
Para la académica, el financiamiento público es el que sostiene el entramado multidisciplinar que requiere la ciencia y propicia que las problemáticas estratégicas para la sociedad sean abordadas.
“Si el financiamiento público falta, los riesgos de pérdida de soberanía científica se incrementan y la planificación estratégica para mejorar el bienestar social se desvanece. Necesitamos investigar para el país y con financiamiento público, o seremos huérfanos de ciencia”, asegura.
La intención de vincular el sector científico y tecnológico con el privado no es novedad.
CONICET, por ejemplo, desde 2017 tiene una Gerencia de Vinculación Tecnológica con 17 oficinas nacionales encargadas de acompañar procesos de creación de empresas de base tecnológica, tramitar patentes, generar convenios con diversos actores productivos y sociales, y brindar asesoramiento y servicios tecnológicos.
Otros datos
Laura Passerini, empresaria del sector agroindustrial y vicepresidenta de la Bolsa de Cereales de Córdoba, una de las principales provincias que aporta al sector agroindustrial en Argentina, manifiesta que la gestión de CONICET ha tenido una mayor orientación hacia proyectos innovadores de alto impacto productivo, por eso la integración [entre el sector científico y el privado] permitiría acelerar la aplicación del conocimiento en la economía real.
“El sector privado puede contribuir de diversas maneras y la visión colaborativa es el mejor escenario posible. Pero la mirada de todos es siempre enriquecedora”, comenta a SciDev.Net.
“La clave estará siempre en mantener un equilibrio entre la investigación básica y la aplicada, asegurando que la ciencia siga teniendo un lugar de inspiración, desarrollo e impacto en el sector bioagroindustrial argentino generando un valor agregado para la economía de nuestro país”, agrega.
Y Aliaga concluye: “Argentina necesita científicos entrenados para resolver problemas, pero si el Estado cree que no va tener ninguno o que si los tiene, es el mercado el que va a resolverlo, todo se pone en duda”.
Por: Daniela López vía SciDev.Net América Latina y el Caribe.
- Educación: clave para prevenir envejecimiento cerebral - marzo 5, 2025
- Más becas en un clima incierto para hacer ciencia en Argentina - febrero 19, 2025
- Faltan policías capacitados en el tráfico de vida silvestre - febrero 18, 2025