Francia.

Los diseñadores de moda tienen una nueva vitrina para sus creaciones: el metaverso. El mundo digital, donde gracias a un avatar que nos otorga un gemelo virtual, podemos actuar tal como lo haríamos en el mundo real.

Accesible gracias a un casco de realidad virtual o la pantalla de una computadora o teléfono, el metaverso es un espacio para experimentar y probar nuevos productos, lo que permite a los diseñadores ampliar los límites de su creatividad.

Esto también tiene ventajas económicas. Al probar su colección en el metaverso, pueden analizar la reacción del público y adaptar la demanda en consecuencia para evitar una producción excedente en el mundo real. Esto brinda un enfoque más ecológico para otros diseñadores. Las creaciones solo serán digitales en plataformas especializadas.

Las marcas comercializan ropa virtual anexándoles un NFT, un certificado de propiedad digital considerado infalsificable y que se puede pagar con criptomonedas. Esto salva a las marcas de su peor pesadilla: las falsificaciones que inundan el mercado.

Con el auge del mercado de segunda mano, revender un par de zapatos virtuales asociados con un NFT le dará al diseñador regalías por cada transacción. Algunas marcas vinculan un artículo de moda virtual con su contraparte en la realidad.