Brasil.

Juliana lleva años viviendo en la calle, y ha montado una galería de arte debajo del puente donde vive, en el centro de Sao Paulo, para tratar de superar la pobreza que crece de manera preocupante en Brasil.

“Ven a conocer La Galería de Ju”, reza un cartel que rodea el terreno donde habita ella y parte de su familia, bajo un viaducto en la zona Sur de la mayor ciudad deLatinoamérica.

En unas condiciones más que precarias, a Juliana Machado le acompañan: sumarido, uno de sus ocho hijos, un amigo y dos gatos. “Ya vivía en la calle porque consumía drogas, pero paré.

Mi marido, con el que estoy hace 11 años, y yo vinimos aquí para quedarnos.

Gané muchos cuadros y los coloqué todos fuera, tenía algunos que no me gustaban y comencé a vender todo y fue que las personas comenzaron a hacerme donaciones cuando se acercaban a la avenida”, declaró Juliana.

Su infancia fue medio sufrida, como ella la define. Su madre era alcohólica y a su padre nunca lo conoció.

Ahora sobrevive del reciclaje informal de cartón, latas y lo que consigue con la venta de los cuadros que haya en la basura o le donan.

Bajo amenaza de desahucio de la Alcaldía que puede llegar en cualquier momento.

La mujer, junto con su esposo, consiguió montar en el terreno en el que ocupan, unas tiendas con cartones, telas y plásticos para dormir, pero la mayor parte del espacio está reservada para otros fines.

La parte trasera reluceante el infernal tráfico de Sao Paulo: más de una decena de cuadros, un sinfín de juguetes para niños, libros y discos de vinilo.

Todo perfectamente ordenado y a la venta. Juliana no pierde la fe y tiene expectativas de abandonar el viaducto para cumplir su sueño, tener una casa pero sin dejaratrás la galería de Arte a la que ya no piensa renunciar. (EFE)