México.

Lo que inició como un escape para amas de casa en la pequeña comunidad indígena de Hondzonot detonó el nacimiento de un movimiento deportivo en la zona maya del municipio de Tulum en Quintana Roo, suroeste de México, que rompe barreras y desafía estereotipos con mujeres que juegan softball con vestido y descalzas.

Así lo narra Fabiola Mai Chulim, una de las fundadoras del equipo Diablillas Mestizas de Hondzonot: “Hace siete años comenzamos un equipo unido, pero con el tiempo las cosas van cambiando, el equipo a veces viene más y el equipo se dividió y es algo bueno porque somos dos equipos en una comunidad y ahorita hay varios equipos desde que se levantó nuevamente Diablillas”.

La historia de este equipo de mujeres inició en un torneo municipal donde el premio para las ganadoras era de 1500 pesos mexicanos. Con el tiempo se fueron organizando y pidieron a las autoridades locales que les pusieran un instructor con el que empezaron a practicar softbol a su estilo, con vestido y descalzas porque así es como se sentían más cómodas.

Las jugadoras de este equipo enfrentan no solo el estigma social por ser mujeres jugando deporte, sino también el reto de mantener a la familia unida y cuidar a los hijos mientras ellas entrenan.