Honduras.
Honduras se ha consolidado como uno de los principales exportadores de café a nivel mundial, destacándose por la calidad y diversidad de sus granos. Este éxito es el resultado de la combinación de un clima privilegiado, suelos fértiles y el esfuerzo de miles de pequeños productores que cultivan café en altitudes que oscilan entre los 1.000 y 1.800 metros sobre el nivel del mar.
«Honduras ocupa un lugar muy importante en la caficultura mundial. Actualmente somos el primer país productor y exportador de Centroamérica. Somos el tercero a nivel Latinoamérica solo después de Brasil y Colombia. Considerando el tamaño gráfico de estos países, Honduras en Latinoamérica continúa también marcando tendencias en cuanto a producción y a formas de producir y a propuestas nuevas. He marcado dentro de algo que se llama la estrategia de renovar sin dejar de producir que eso es para garantizar que nuestro parque cafetalero pueda seguir siendo productivo», resaltó Karla Calidonio del Instituto Hondureño del Café.
El país cuenta con seis regiones cafetaleras principales entre las que destacan Copán, Montecillos y Marcala. Cada una de estas zonas aporta características específicas a los granos influenciadas por las condiciones climáticas y geográficas locales. Este compromiso con la calidad ha llevado a Honduras a participar con éxito en competencias internacionales posicionándose como un productor de café especial de alta gama.
“Según estadísticas en la región Promecafe que es Centroamérica y República Dominicana Honduras tiene casi el doble de la productividad de estos países. Y a nivel mundial Honduras ocupa el séptimo lugar en producción y en exportaciones. ¿Qué significa eso? Que Honduras provee al mundo alrededor de un 3% de todo el café consumido. ¿Por qué es esto importante? Porque nuestros principales mercados de exportación continúan siendo el mercado norteamericano, específicamente Estados Unidos y Europa, que es más o menos la mitad de nuestras exportaciones y de ahí el país al cual le vendemos más es Alemania y de ahí salen entonces para el resto de los países europeos como Bélgica, Francia, los países nórdicos”, detalló Calidonio.
El café hondureño no es sólo un producto de exportación, sino también un símbolo de identidad y orgullo nacional. Al disfrutar de una taza de este café, se aprecia el trabajo arduo y la dedicación de quienes han hecho del grano aromático una insignia de Honduras en el mundo. Cada sorbo conecta con la historia, la cultura y la pasión de un país que sigue cosechando éxitos en cada temporada.
Por: STVE.