Alemania.

A las cuatro semanas de ser concebidos, nuestros corazones comienzan a latir y seguirá latiendo por el resto de nuestras vidas. Cuando nacemos, nuestro corazón late de 120 a 170 veces por minuto. Cuando crecemos, nuestro ritmo cardíaco disminuye a 60 a 90 latidos por minuto cuando descansamos o estamos en reposo, pero puede aumentar mucho más, por ejemplo, cuando corremos en promedio, nuestro corazón late mil veces al día, más de 2,500 millones de veces en el transcurso de nuestra vida.

Para darnos una mejor idea del increíble poder de bombeo de nuestro corazón, solo imagina lo siguiente: de la cantidad de sangre que nuestro corazón bombea cada hora para proveer a nuestro cuerpo con oxígeno y nutrientes, equivale a casi dos tinas de baño completas, y recuerda, eso solo lo hace por una hora, esto quiere decir que al día llenaría cerca de 50 tinas de baño.