México.

El plástico es un material útil que facilita el empaquetado de productos básicos como el agua o alimentos. Sin embargo, su producción excesiva ha generado impactos fuertes en la salud y el medio ambiente, en especial en los océanos, que es donde se desecha la mayoría de los residuos.

“La Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, es una ley general que se aplica en todo nuestro país y ya tiene bastantes años existiendo. La legislación ha sido muy importante, como el nombre de la legislación lo indica, para avanzar en una mejora en la gestión de residuos de nuestro país. Pero realmente no tiene disposiciones específicas que hagan referencia a los plásticos”, comentó Ornela Garelli de Greenpeace México.

En 2021, se reformó la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos y se añadió la Ley de Plásticos de un solo uso, promoviendo la reutilización como una opción más viable.

“Se busca privilegiar la valorización de los plásticos, lo cual no es el enfoque correcto. Buscamos que se incluya esta prohibición para que el combate de la contaminación por plásticos sea atendiendo el problema desde su raíz, es decir, dejar atrás esta cultura del uso y del desecho”, contó Garelli. La misión de la Ley de plásticos de un solo uso es eliminar totalmente el uso de plásticos y se prevé que ocurra hasta el 2025.

“Algo muy importante que está en esta legislación es que se considera base para solucionar este problema el principio de la responsabilidad compartida. Este principio implica que la responsabilidad de solucionar la crisis de contaminación plástica, así como otras problemáticas relacionadas con la gestión de residuos, corresponde a todos los actores, tanto al gobierno como a las empresas y como a la ciudadanía”, destacó Garelli.

Parte de la crisis mencionada, recae en nosotros como consumidores, pues el Gobierno de México estima que cada mexicano consume 66 kilos de plástico entre ellos popotes, bolsas y cubiertos.

“El llamado es esto a la ciudadanía a ser consumidores más críticos, a demandar a las empresas productos que sean menos dañinos tanto para el ambiente como para la salud de las personas”, relató Garelli.

La ley establece sanciones para comercios o tiendas de autoservicio que sigan entregando plásticos u otros contaminantes como el unicel. Se trata de una multa que va desde los 2,245 a los 168 mil 980 pesos, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México.

Por: TV UNAM.