Cuba.
Conseguir suficientes toallas sanitarias o compresas para el periodo menstrual, se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para las cubanas en los últimos meses.
Con la persistente crisis que azota al país, más de 3 millones de mujeres tienen que inventar cada mes, ante la escasez de este producto de primera necesidad, que ha desaparecido de las farmacias estatales y se encuentra solamente a elevados precios en tiendas en divisas y negocios de revendedores.
El producto puede alcanzar fácilmente entre los 400 y 600 pesos en las páginas de venta de Internet y en algunas pequeñas y medianas empresas que las importan.
Las almohadillas marca mariposa de producción nacional cuestan 1,20 pesos cubanos, menos de un centavo de dólar al cambio oficial. Se comercializaban libremente, pero ahora han desaparecido prácticamente de la red de farmacias cubanas.
La única empresa que las fabrica en Cuba es la estatal de materiales higiénicos sanitarios, MATHIZA. Su producción, como tantas otras en Cuba, actualmente está plagada de problemas, principalmente porque 8 de los 10 insumos necesarios para la fabricación son importados, según datos oficiales.
La falta de materiales paralizó la producción de MATHIZA, en Sancti Spíritus durante varios meses del año pasado. En agosto entregó apenas 208 mil paquetes, menos del 20% de la producción mensual media de los años previos.
Mientras la falta de toallas higiénicas en la isla agranda la crisis, las mujeres cubanas tratan de hacerse con trapitos, algodón o lo que aparezca para combatir el sangrado de su menstruación mes a mes.
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