Colombia.
‘La madera vuelve a casa’: así se llama una iniciativa ambiental del departamento colombiano de Santander que implica reutilizar la madera de la tala ilegal para transformarla en colmenas.
“Lo que hacemos anualmente son diez operativos que nos permiten incautar alrededor de mil metros cúbicos de madera en Santander. Y lo que estamos proponiendo con esta madera es que se puedan beneficiar a más de 100 familias con apiarios, que esta madera vuelva a casa convertida en forma de apiario para poder polinizar nuestros bosques nuevamente”, sostuvo Alexcevith Acosta, director de la autoridad ambiental regional, la Corporación Autónoma de Santander (CAS).
Cuando un juez determina el origen ilícito de la madera, el material es enviado a un taller donde se arman las cajas o apiarios.
“El trabajo de nosotros es convertir las maderas en colmenas y capacitar a la gente que recibe esas colmenas. Es decir, la colmena habla con cualquier persona y todo el mundo piensa que es un cajón. Pero no, no es un cajón. Tiene que tener una estructura dentro del cajón que es específica”, explicó el biólogo Germán Perilla, director de la fundación Honey Bee Impact.
Según el Ministerio de Ambiente, a escala nacional, casi la mitad de la madera comercializada en Colombia es de origen ilegal. La iniciativa en Santander busca aprovechar el recurso incautado, dinamizar la economía de las comunidades apicultoras y mitigar el problema del riesgo de extinción de las abejas esenciales para la biodiversidad y la agricultura por su función polinizadora.
“La principal amenaza es que se nos lleguen a acabar los árboles y no haya flores. Porque sin flores, no hay abejas. Sin abejas no hay humanos. Se nos acaba la comida a nosotros”, dijo María Zoila Acevedo, apicultura de Socorro y beneficiaria del programa.
En Colombia se estima que mueren cada año unas tres mil colmenas, cada una con capacidad para albergar cerca de 50 mil abejas, a veces más.
Pruebas de laboratorio realizadas en esos enjambres mostraron que la mayoría tenía rastros de fipronil, una molécula vetada en Europa y responsable de la muerte por intoxicación de millones de estos polinizadores.
Colombia prohibió el fipronil en febrero de 2023. La decisión entrará en vigor en febrero de 2024.
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