Oruro, Bolivia 

Los preparativos en la ciudad andina de Oruro, situada en el oeste de Bolivia, para celebrar uno de los principales carnavales de Suramérica no se detienen a pesar de la tensión que persiste en el país por las elecciones judiciales que debían celebrarse en 2023.

El anuncio el viernes de un acuerdo para aprobar en el Parlamento esta semana la ley para esos comicios desmovilizó a la mayoría de los sectores que bloqueaban carreteras en el centro del país y en dos puntos en la región de Oruro, algo que tuvo preocupados hasta el último minuto a autoridades y organizadores de las festividades.

Finalmente el XXII Festival de Bandas celebrado el sábado con la participación de más de 5.000 músicos que interpretaron al unísono un amplio repertorio de canciones durante más de tres horas dio el pistoletazo de salida al Carnaval de Oruro, declarado Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la Unesco en 2001.

En declaraciones a EFE, el gobernador de Oruro, Johnny Vedia, explicó que «al margen de los conflictos que se ha tenido», su región permaneció unida «para hacer prevalecer el carnaval» cuya relevancia no sólo es local, sino «internacional».

El Carnaval de Oruro incluye una serie de actividades, entre las «más importantes» están el Festival de Bandas y el Anata Andino, un desfile folclórico con la participación de indígenas que lucen sus vestimentas tradicionales al interpretar danzas autóctonas, indicó.

Fiesta central

El Anata, que en aimara significa juego, se realizará el jueves, mientras que la actividad central, la entrada de peregrinación, se efectúa el sábado de Carnaval, «donde se muestra la esencia de nuestro país, de las 36 nacionalidades, de los nueve departamentos», sostuvo el gobernador.

«Oriente, occidente, valles y Chaco son vistos acá con diversos atuendos, con diversa música y danzas que engalanan el Carnaval de Oruro. Es un carnaval bastante suis géneris caracterizado por la alegría y devoción de su gente y nos sentimos orgullosos», añadió.

Vedia resaltó además la devoción de los bailarines y músicos participantes en el carnaval hacia la Virgen de la Candelaria o Virgen del Socavón, la patrona de la festividad, la región y de los mineros.

Y es que una de las actividades económicas principales de Oruro es la minería, lo que se refleja en monumentos como un gigantesco casco de minero situado en una plaza en el ingreso a la ciudad.

El sábado de Carnaval, los bailarines recorrerán desde temprano las calles de Oruro en un desfile de danzas folclóricas bolivianas, hasta llegar al Santuario del Socavón donde terminarán su recorrido arrodillados a los pies de la Virgen de la Candelaria.

Este año la celebración coincidirá con el aniversario de Oruro, que cada 10 de febrero recuerda la rebelión de 1781 de criollos e indígenas en la entonces conocida como Villa Real de San Felipe de Austria contra la corona española.

Persiste tensión

Sectores afines al expresidente Evo Morales (2006-2019) iniciaron el pasado 22 de enero un bloqueo de rutas en contra de la prórroga de los magistrados de los máximos tribunales del país a falta de elecciones judiciales, y a una sentencia constitucional que le impide ser candidato en los comicios presidenciales de 2025.

Los bloqueos se centraron en Cochabamba, la región central que es bastión político y social de Morales donde persisten los cortes de rutas en algunos lugares pese al compromiso del Parlamento nacional de aprobar esta semana la ley que dé curso a las elecciones judiciales que debían realizarse en 2023.

Los movilizados anunciaron que se trasladarán el lunes a La Paz, sede del Ejecutivo y el Legislativo, para esperar la promulgación de la ley.

En Oruro, la tierra natal de Morales, el enojo ante las protestas fue tal que el miércoles sus organizaciones cívicas le nombraron «persona no grata» y en el Festival de Bandas se vio un par de letreros que rezaban «Viva Oruro sin Evo Morales» y «Evo Morales enemigo del Carnaval».

Con todo, a menos de una semana del carnaval, los preparativos están en marcha en Oruro, donde ya se montaron los graderíos que servirán de asiento al público que presenciará el despliegue folclórico.

Vedia pidió a las agencias turísticas que insten a los visitantes a no cancelar sus reservas para asistir al Carnaval de Oruro, ya que con el problema «disipado», los turistas serán recibidos «con los brazos abiertos».