Por Liliana Morán Rodríguez, Ciencia UNAM-DGDC.

Cada vez más personas tienen interés en esterilizar a su perro o gato, pero surgen muchas dudas sobre si es seguro o necesario. En este artículo vamos a contarte en qué consiste, cómo se hace, riesgos, beneficios a la salud del animal de compañía y a la sociedad.

En México, al menos 69.8% de los hogares reportaron en 2021 algún tipo de mascota, sumaron más de 80 millones: 43.8 millones son caninos, 16.2 millones felinos y 20 millones una variedad miscelánea de otras mascotas pequeñas, según la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado.

El problema es que no todos estos animales de compañía son 100% caseros, algunos pueden salir y reproducirse; las hembras son las principales abandonadas cuando resultan preñadas; otros salen, se pierden y se suman al conglomerado de animales en situación de calle.

Según el Senado de la República (2021), México ocupa el primer lugar en Latinoamérica con mayor población de perros en las calles. Y aunque muchos no sobreviven a la intemperie y el maltrato, muchos otros se multiplican sin control cada día.

El reporte también indica que al menos 500 mil animales de compañía son abandonados cada año en el país. La pandemia de la COVID-19 agravó el problema, pues al menos 137,000 animales de compañía fueron abandonados sólo en el año 2020.

La sobrepoblación canina en las calles puede convertirse en un problema de salud pública importante porque aumenta la probabilidad de transmisión de enfermedades como la rabia.

 

¿Qué podemos hacer?

 

La responsabilidad de tener un animal de compañía también implica el control reproductivo, asegurarnos de que su descendencia no termine abandonada o en la calle.

“Esterilizar o castrar se refiere a un procedimiento quirúrgico que evita la reproducción porque en hembras se extrae el órgano reproductor y en machos se retiran ambos testículos.”

“Al impedir que un animal se reproduzca, se frenan nacimientos sin seguridad de su destino: animales abandonados en las calles que sufren maltrato o accidentes, pasan hambre, adquieren y transmiten enfermedades o mueren de formas no éticas”, explica Jesús Marín Heredia, secretario de Medicina de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.

A nivel mundial, el caso más famoso es el de Holanda, el primer país en la Unión Europea en tener cero animales en situación de calle. Según, Animal Foundation Plataform (AFP)no fue fácil llegar a ello, tuvieron que pasar por una crisis en el Siglo XIX, en la que sus calles estaban plagadas de perros abandonados y un brote de rabia causó una mortalidad elevada.

Lo primero que hicieron fue crear escuadrones de cacería de perros, tal como sucedía en México hace unos años con las redadas y los centros de control canino, centros públicos destinados a la captura y sacrificio de animales abandonados.

Después, en el siglo XX, Holanda estableció la Ley de Protección Animal y se aprobó la Ley de Salud y Bienestar Animal que prohíbe a los dueños no brindarles los cuidados pertinentes o abusar de los mismos.

Además, el sistema judicial penaliza con tres años de prisión y multa con 16.750 euros a quien maltrate o abandone a un animal. Saben si alguien se atreve a abandonar porque desde 1960 cuentan con un control de la natalidad de los animales. Con el tiempo, la responsabilidad de tener un animal se convirtió en un tema cultural y ahora el país es reconocido por su alta sensibilidad con los animales de compañía.

Recordemos, los perros y gatos no se generan de la nada en las banquetas. Desde 1994 la Organización Panamericana de la Salud cambió el título de perro callejero a “perro de dueño irresponsable”, pues casi todos los canes llegan a las calles luego de ser abandonados, porque se pierden sin datos de identificación o porque no los esterilizan; de ahí, inicia un ciclo de nacimientos de animales en las calles.

En México se considera irresponsable dejar procrear a perros y gatos por cualquier motivo (incluida la venta de cachorros), sabiendo cuántos animales se encuentran en situación de calle, cuántos mueren abandonados y el elevado riesgo de propagación de enfermedades.

 

¿La esterilización es una intervención segura?

 

El médico veterinario Marín Heredia asegura que dado que este procedimiento existe prácticamente desde el surgimiento de la cirugía en pequeñas especies y que se ha ido mejorando en cuanto a técnicas y procedimientos, es una intervención segura, siempre que se realice con cirujanos y espacios adecuados.

Explica que a pesar de que existe la esterilización química a través de hormonas, se trata de un método temporal y no se recomienda porque las hormonas afectan la salud y el comportamiento de los animales.

“Evitan que queden gestantes, pero realmente no lo recomendamos porque estar inyectando hormonas predispone a otro tipo de problemas como desarrollo de diabetes mellitus o tumores. Entonces no tiene ningún caso, cuando operando se quita todo ese tipo de riesgos”.

Al optar por la esterilización quirúrgica, se aplica anestesia general que tiene un factor de riesgo mínimo cuando el paciente es joven (menos del año de edad) y cuando se encuentra en buenas condiciones de salud.

“Siempre recomendamos estudios preoperatorios que consisten en, por lo menos, un perfil integral que incluye una biometría hemática, un perfil bioquímico y un examen general de orina. Todo esto para valorar la función renal (que es en la que va a eliminar los anestésicos o los fármacos) y la del hígado (el que la metaboliza). También se pueden hacer pruebas de coagulación y así estar más seguros de que se reducen los riesgos al mínimo”.

Marín Heredia precisa que lo conveniente es solicitar que en hembras se retire todo el aparato reproductor (ovarios y útero).

“Porque el útero está predispuesto a tener algunos problemas y, si por algún error quirúrgico queda un pedacito de ovario que produce hormonas, cada que hay ciclo se corre el riesgo de que se desarrollen infecciones. Entonces, si ya no hay función, que se vaya”.

Tampoco recomienda técnicas antiguas en las que se ligaban trompas.

En cuanto a si los animales sienten tristeza por no reproducirse, el maestro Jorge Francisco Monroy, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, asegura que ni los perros ni los gatos necesitan descendencia.

No humanicemos pensando que ellos quieren tener hijos. No necesitan una camada, ni por salud. Además, es la mejor solución a largo plazo reducir la población de canes y felinos en las calles”.

 

Beneficios a la salud del animal

 

Otro beneficio es que ayuda a prevenir diversas infecciones o enfermedades. La esterilización temprana (antes de los 6 meses de edad) reduce muchos riesgos a la salud.

En general, al retirar los órganos reproductivos tanto en machos como en hembras se evitan tumores (algunos cancerígenos) y diversos problemas hormonales que se reflejan en la piel, pelo y en su comportamiento, el cual puede verse beneficiado drásticamente”, agrega Marín Heredia.

Cita algunos ejemplos:

Hembras que se operan antes del año reducen de un 90 a 95% la posibilidad de cáncer de glándula mamaria. Cuando se operan antes de los dos años, se reduce en un 80% esa posibilidad; pero si se operan después de los dos años, la posibilidad es la misma que si no se hubieran operado, o sea están ya predispuestas porque ya tuvieron una influencia hormonal para desarrollar tumores de glándula. Esto es algo que puede poner en riesgo su vida.

Al quitar el aparato reproductor no habrá cáncer uterino o de ovario, tampoco quistes ováricos o ningún tipo de infección (como la piometra) o tumor que suele surgir en esa zona y que suele acabar con la vida de las hembras.

En machos castrados, como no hay influencia hormonal que haga que crezca la próstata, se evita cáncer, abscesos, hiperplasias o problemas al orinar.

Al no castrarlos, puede haber tumores de testículos, muchos problemas de desbalances hormonales que se reflejan en la piel y se les cae el pelo. También el exceso de hormonas influye en su comportamiento, territorialidad y la posibilidad de conductas agresivas.

Tanto en machos como hembras a veces existe el miedo que al operarlos tienden a engordar, pero depende de muchos factores.

“Si se mantiene a los animales con una buena actividad física, con ejercicio, con una dieta adecuada no tienen por qué subir de peso. En cambio, si se esteriliza, son sedentarios, sin actividad física, les dan un alimento que no es adecuado y en exceso, les dan golosinas, pues obviamente pasa como con nosotros, van a atender a engordar”, advierte Marín Heredia.