México.
La fauna submarina que habita en profundidades mayores a los 500 metros se encuentra en completa oscuridad. No obstante eso, son muchas las especies que ahí se desarrollan.
El estudio de estos ecosistemas ha resultado, por ello, muy difícil, pues aunque se cuenta con robots submarinos, estos se vuelven intrusos en su hábitat y su presencia cambia el comportamiento de los animales.
Una bióloga marina colocó a 600 metros de profundidad un instrumento con leds que enviaban señales luminosas intermitentes con diversos patrones. Para sorpresa de ella, cierta pauta provocó que algunos animales respondieran emitiendo luz con la misma continuidad que enviaba el aparato.
Esto comprueba que entre estas especies existe un lenguaje bioluminiscente. Se ha encontrado que son muchos los habitantes de aguas oscuras y profundas que emiten luz. Algunas veces la usan para defensa y otras como forma de ataque. Hay quienes la emiten para el apareamiento y algunas veces para alumbrarse y buscar comida.
En ciertas especies, la luz es producida al llevarse a cabo una reacción química entre una sustancia llamada luciferina que se oxida con la ayuda de una enzima y un átomo de calcio. La reacción libera energía en forma de luz visible. Otros animales son fluorescentes de por sí, lo que significa que contienen una proteína que se estimula con luz de cierta longitud de onda que estos vuelven a emitir.
Por: DGDC.
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