España.

El 13 de agosto de 1961 se levantó el Muro de Berlín, entre dos formas de entender el mundo. A ambos lados las historias de miles de personas, su testimonio a través de múltiples objetos lo recoge la exposición ‘El Muro de Berlín, Un mundo dividido’.

“El Muro de Berlín de alguna manera es un gran mensaje para el siglo XXI. Nos habla precisamente de la división de lo que las ideologías extremas pueden llegar a imponer en cuanto a represión y opresión sobre sus propios ciudadanos. Pero a la vez es un símbolo y un mensaje de optimismo, de empoderamiento, de cómo la gente es capaz de pacíficamente agruparse y luchar, cuidar, preservar, actualizar su propia democracia en búsqueda de los derechos humanos más básicos”, señaló  Luis Ferrero, comisario de la muestra.

Esos intentos de escape, de lucha por la libertad, la democracia y los derechos humanos, quedaron impresos en pequeños objetos cotidianos: una muñeca, un carrito de bebé, una cámara fotográfica o una bandera. Presentes en la exposición, nos permiten conocer lo que implicó vivir en ese mundo dividido.

“Lo más importante de los objetos no es precisamente lo que vemos, sino lo que comprendemos, lo que sabemos de ellos. Tenemos objetos que son obviamente muy grandes, como los 20 metros originales de muro y objetos que son muy pequeños, que nos hablan precisamente de lo que esto significó en la vida normal de las personas de Berlín, de Europa y del mundo”, comentó Ferrero.

La Fundación Canal, en Madrid, es la primera parada de esta exposición itinerante a gran escala sobre el Muro de Berlín, que fue derribado 28 años después de su construcción. Más de 300 objetos originales, testimonios inéditos y el mensaje de que la libertad y la democracia son posibles.