Ginebra, Suiza.
Por ahora se recomienda sólo vacunar a adultos contra la COVID-19, aunque a largo plazo estas campañas de inmunización podrían afectar exclusivamente a niños, como ahora sucede con la vacunación ante muchas enfermedades, destacó hoy un experto ligado a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«A largo plazo quizá sólo haga falta vacunar a niños contra esta enfermedad, no a los adultos, pero estamos inmunizando ahora a los segundos debido a la situación de pandemia», señaló el mexicano Alejandro Cravioto, presidente del Grupo Asesor Estratégico de Expertos (SAGE) que estudia las nuevas vacunas para la OMS.
El experto, que participó en una sesión de preguntas con internautas a través de las redes sociales, insistió en que por ahora no se ha estudiado la efectividad de las vacunas en menores de edad, algo que se investigará primero con adolescentes de entre 12 y 18 años y luego con niños más pequeños.
Cravioto recordó que por ahora los estudios epidemiológicos apuntan a que los niños desarrollan en general formas menos graves y a veces asintomáticas de COVID-19 si lo contraen y que además es más bajo el nivel de contagio entre ellos.
El especialista mexicano y la directora de inmunización de la OMS, Kate O’Brien, respondieron hoy a preguntas principalmente sobre la vacuna de Moderna, segunda para la que SAGE ha emitido recomendaciones en esta semana, después de haber hecho lo mismo con la de Pfizer-BioNtech hace unos días.
Cravioto recordó que los casos de reacciones alérgicas tras ser inoculados con estas vacunas por ahora han sido muy raros, aunque estudios del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos señalan que son aún menores en el caso de las dosis de Moderna (sólo 2,3 casos por millón) que en las de Pfizer (11,1 por millón).
El experto mexicano subrayó en todo caso que es recomendable no vacunarse contra la COVID-19 si el paciente ha sufrido en el pasado reacciones alérgicas con vacunas de otros tipos.
Los expertos de SAGE recomendaron a través de la OMS que la vacuna de Moderna se inocule a través de dos dosis con un intervalo de 28 días, que en casos de escasez de vacunas puede alargarse a 42, unos tiempos similares a los que hace unos días establecieron para la de Pfizer-BioNTech.
La vacuna de Moderna dio similares cifras de efectividad en los ensayos clínicos, de en torno al 95 por ciento, pero presenta la ventaja de que no debe conservarse a temperaturas ultrafrías como ocurre con la de Pfizer-BioNTech (-70 grados), pues basta con las de un frigorífico común (2-8 grados).
Cravioto subrayó que pueden ser vacunadas tanto personas que en ese momento ya hayan dado positivo por COVID-19 como aquellas que no se hayan infectado, incluso si su situación ha cambiado entre la administración de la primera y la segunda dosis.
Pese a que SAGE ya ha emitido recomendaciones para el uso de la vacuna de Moderna, oficialmente la única que ha obtenido luz verde de la OMS para su uso de emergencia a nivel global es la de Pfizer/BioNTech.
La OMS está estudiando aprobar tal uso de emergencia para distintas vacunas, aunque las que están más avanzadas en los trámites son las de AstraZeneca, Sinopharm y Sinovac, seguidas de la Sputnik V de Gamaleya y la propia Moderna.
Por: EFE.
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