Panamá.

En el vasto universo de la tradición sombrerera, destacan creaciones únicas que combinan historia, innovación y destreza artesanal. Entre los modelos más representativos se encuentran el kimbol, en sus versiones negro y blanco, la Cadena Chata y el Pepita de Guate, también conocido como Pinta-Mosquito.

La diversidad no termina ahí. Sobresalen también el sombrero Reatilla, el sombrero Lacito y la Alejandrina, anteriormente llamada Mola, cuyo nombre evolucionó para reflejar la complejidad de su elaboración.

Otros diseños destacados incluyen el Corcovión, confeccionado con 3, 4 o 5 hebras de chonta, el Colita de Sardina en blanco y negro, y el Cabrilla, también disponible en ambos colores.

Una innovación reciente es el sombrero Pinta-Mosquito, presentado con volantes y diseños diferenciados tanto en su interior como en su exterior. Cada pieza es un testimonio vivo de la creatividad y el legado cultural, manteniendo viva una tradición que continúa reinventándose.

Por: SER TV.