América Latina.

Un tercio del costo anual que insume la atención y tratamiento de diferentes enfermedades en América Latina proviene de los costos asociados al cuidado informal, es decir, a las horas que dedica una persona que no es profesional de la salud a cuidar a un enfermo sin recibir compensación.

Esta estimación es un promedio calculado por un estudio publicado en BMC Public Health que analizó ocho países de América Latina —Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México y Perú— que reúnen al 80 por ciento de los habitantes de la región.

El estudio, realizado por expertos del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) de Argentina, describe que quienes realizan estos cuidados informales suelen ser familiares o parientes de una persona enferma que atienden sus necesidades en el corto, mediano y largo plazo sin recibir remuneración ni reconocimiento.

En América Latina, los cuidadores informales son la principal fuente de servicios de cuidado para las personas en situación de dependencia, detalla el artículo. En general, es una actividad que en el 70-80 por ciento de los casos realizan las mujeres, lo que además contribuye a las desigualdades de género en todo el mundo.

A diferencia de la tarea realizada de manera formal por un profesional de la salud, no existe registro de las horas que destinan estos cuidadores a la atención del enfermo ni el impacto que tiene esta tarea en su trabajo remunerado.

¿Cómo se realizó el estudio?

Con el fin de conocer esos datos, los expertos hicieron, primero, una revisión de la literatura sobre los costos y el uso del tiempo de los cuidados informales en los países analizados. Luego realizaron una encuesta a cuidadores informales de Argentina y otra a especialistas en cardiología, oncología y neumología para validar los datos. El costo económico luego se calculó en base al sueldo por hora de trabajadores de la salud, como enfermeros, en cada país.

Así estimaron que, en 2020, los países analizados destinaron, en promedio, 1.900 millones de horas y US$ 4.300 millones a cuidados informales.

En el caso de Brasil, en particular, el cuidado informal representó 44 por ciento del costo total de las enfermedades, seguido por Chile (37 por ciento), Perú (34, Ecuador (31), Colombia (29), Argentina (28), Costa Rica (24) y México (15 por ciento).

Con relación al PBI de cada país, el costo de los cuidados informales varía entre 0,26 por ciento (México) a 1,38 por ciento (Brasil), con un promedio de 0,82 por ciento. En países de renta alta, el valor de los cuidados informales oscila entre el 0,3 por ciento (Francia) y 7,4 por ciento (Reino Unido), de acuerdo con estudios previos.

“La mayoría de las personas que han tenido que cuidar a un familiar enfermo no lo ven como un trabajo sino como una responsabilidad más de su vida diaria. Esto se puede traducir para la persona que brinda cuidado en menos horas de trabajo en el mercado laboral, y una menor calidad de vida en general”, comentó Natalia Espinola, coordinadora del área de Economía de la salud del IECS y autora principal del estudio.

Tiempo del cuidado informal

Asimismo, los investigadores analizaron especialmente el costo del cuidado informal de 15 enfermedades cardiovasculares, oncológicas y respiratorias, entre las que se incluyen infarto, neumonía, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cáncer de pulmón y cáncer de estómago.

Con base a la revisión de literatura, el trabajo calculó que, en el caso de las cardiopatías, el tiempo dedicado por cuidadores informales en la región osciló entre 183 y 374 h/año, mientras que en los accidentes cerebrovasculares fue de 555 h/año. Para EPOC, las horas de cuidados informales oscilaron entre 250 a 2.086 anuales, según la gravedad.

Estas tres patologías representaron entre 80 y 90 por ciento de la carga de los cuidados informales.

“Esto resalta la importancia de incluir el costo del tiempo de cuidado informal en los análisis de la carga económica de una enfermedad, para cuantificar los verdaderos costos sociales, sanitarios y económicos, que aumentarán con las transiciones epidemiológicas y demográficas que experimentan las regiones”, escriben los autores.

Marcos normativos

Corina Rodríguez Enríquez, economista e investigadora argentina del CONICET-CIEPP, quien no participó en el estudio, dijo a SciDev.Net que los hallazgos permiten visibilizar la escala y el limitado reconocimiento a la economía del cuidado informal en América Latina.

Los investigadores reconocen avances en la región en la última década en materia de la economía del cuidado. Uruguay ofrece asistentes personales a domicilio para mayores de 80 años con dependencia severa y en Chile el estado les proporciona asistencia a domicilio, por ejemplo.

“El camino en el que está América Latina de desarrollar marcos normativos y establecer la idea del derecho del cuidado es correcto. Hay que seguir insistiendo por ese lado y avanzar en estrategias que garanticen recursos para ampliar políticas de cuidado. Tenemos que estar alertas y pensar formas de impulsar estos cambios”, sostuvo Rodríguez Enríquez.

Por: Fermín Koop en Scidev América Latina y el Caribe