Hungría.

Lleva años en boca de todos y, a pesar de que su despliegue en Europa va más lento de lo previsto, la tecnología móvil 5G empieza a abrirse paso dentro de fábricas y centros logísticos poblando de sensores sus almacenes, y cambiando los viejas carretillas elevadoras que conducían operarios por unas más nuevos que ahora funcionan solas, de forma automática, gracias a la ayuda de cámaras.

Sus partidarios defienden que la automatización derivada del 5G conlleva un aumento de la seguridad para los trabajadores de las fábricas, ya que les exime de cargar con maquinaria pesada, y así, alarga sus vidas laborales.

En Budapest se encuentran las instalaciones de uno de los principales centros de fabricación y distribución de la empresa tecnológica china Huawei en Europa, y que ha sido uno de los pioneros en la introducción del 5G para el uso industrial.

Esta tecnología móvil ofrece una velocidad de conexión mucho más rápida que la de las generaciones anteriores, como el 4G o el 3G, reduce a niveles mínimos el tiempo de respuesta de las webs y permite tener a muchos más dispositivos conectados dentro de una misma red.