Habana.-
Una diminuta figura de bronce desafía el tiempo desde una Talaya. La Giraldilla, como es conocida, es el más antiguo símbolo de la Habana, desde hace más de tres siglos y medio parece mirar hacia el puerto desde el Castillo de la Real fuerza.
La veleta fue elaborada entre 1630 y 1634 por Gerónimo Martínez Pinzón. Inspirada por Doña Inés de Bobadilla, esposa de Hernando de Soto quien fuera gobernador de la Isla en 1538.
Según la tradición, Doña Inés subía cada día a la torre del actual Museo del Castillo de la Real Fuerza, esperando el regreso de su esposo, quien había partido en busca de la mítica fuente de la juventud en el sur de Estados Unidos.
Sin embargo en 1542 recibió la noticia de la muerte de su marido y murió de tristeza. La figura de poco más de un metro, sostiene en el brazo izquierdo una Cruz de Calatrava, orden de la que era comentador Juan Vitria de Ayamonte, el gobernador que ordenó la construcción de la veleta y que además le dio el nombre en homenaje a la Giralda, la torre campanario de la catedral de Sevilla.
Desde lo alto de la torre la Giraldilla sigue marcando el rumbo de los vientos pero sobre todo, sigue representando a una ciudad que arropa a su símbolo más antiguo, más allá de una improbable leyenda de amor.
Por: XINHUA
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