Uno de cada siete niños y adolescentes de entre 10 y 19 años tiene un problema mental diagnosticado. Los expertos han constatado que el cierre de escuelas y el aislamiento ligado a la pandemia no ha hecho más que agravar la situación a escala mundial. Así lo denuncia un informe de UNICEF en el que se pide que se incremente el gasto sanitario dedicado a la salud mental.

«El problema es grave. Vemos que hay 47.000 suicidios de adolescentes todos los años, y esa es una cantidad asombrosa», afirma Zeinab Hijazi, la principal autora del informe.

«Invertir en salud mental puede salvar la vida de las personas y de nuestros hijos”. Vidas perturbadas, educación restringida, actividades recreativas limitadas, problemas económicos en la familia: la pandemia ha pasado como una apisonadora sobre los usos y costumbres de millones de niños y adolescentes en todo el planeta.

Los expertos advierten de que es sólo la punta del iceberg y se pueden tardar años en conocer con exactitud las consecuencias que tendrá en su desarrollo como personas.

Por: Euronews.