México.
En las afueras de Playa del Carmen, en la península mexicana de Yucatán. Los 50 kilómetros de cavernas de Garra de Jaguar esconden un frágil ecosistema repleto de tesoros naturales. Son refugio de centenares de especies únicas y vestigios arqueológicos mayas. Por encima de este sistema de cuevas inundadas, el mayor del planeta, pasará en las vías del Tren Maya.
El proyecto se ha topado con la resistencia de ambientalistas como Raúl Padilla, quien conoce este laberinto como la palma de su mano y con sus cámaras trampa, ha detectado la presencia de varios jaguares.
“Pues mira, ya empezamos a ver interrupción de corredores biológicos, preocupados por la contaminación del acuífero y las rutas de desplazamiento de animales como el jaguar o los primates. Aquí en estas selvas tenemos muchas especies de fauna silvestre que se verán afectadas por el efecto de barrera”, declaró Raúl Padilla.
El trazado del tramo cinco del Tren Maya entre Cancún y Tulum ha sido modificado cinco veces. Varios amparos judiciales lograron suspender las obras momentáneamente por el riesgo de colapso de cuevas y cenotes, en parte desconocidos. Pero el desmonte continuó.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador declaró el Tren Maya como obra de seguridad nacional. Su conclusión está prevista para diciembre de 2023. En el tramo siete más al sur, en la zona de Calakmul. La estrategia oficial ha sido pagar a los propietarios de tierras.
En este poblado de Plan de San Luis solo quedaron Arnoldo y su esposa. “Fue una expropiación voluntaria. Sí te indemnizan. Y pues uno sintió que sales más beneficiado porque estamos en la reserva. No podemos tumbar, hacer un potrero”; dijo Arnoldo.
Son 1.500 kilómetros de vías y en Campeche la construcción ferroviaria está a cargo del Ejército, que también administra varios eco hoteles planteados en Plan de San Luis, según reveló la filtración de datos Guacamaya Leaks. Por eso, el guía turístico y productor Enrique Rodríguez se siente engañado. Les habían prometido que el beneficio iba a ser para las comunidades, dice. Pero ahora se opone al proyecto y ha recibido dos amenazas de muerte por mensaje.
“En un principio se decía que íbamos a tener participación y eso nos daba la apertura para que nosotros tuviéramos prácticamente oportunidad de emprendimiento. Con este hotel vemos amenazadas esas posibilidades porque ya no vamos a competir contra ese capital que es del Gobierno”, explicó Enrique Rodríguez. Aun así, muchos confían en que el Tren Maya va a traer beneficios económicos. Más de la mitad de la población ahí es pobre.
El dueño de ese hotel en Xpujil, habla de histórico abandono institucional en esta parte de la península de Yucatán. “Parecía que eran dos México, el del norte y el del sur. Ya con esta situación de este proyecto tan importante, ya el sureste va a estar más posicionado. Creo que el beneficio va a ser muy importante para todos, siempre y cuando todos y cada uno nos preocupemos por nuestros negocios”, acentuó el dueño del hotel. Temores y esperanzas, por un proyecto que marcará para siempre a esta selva y sus pobladores.
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