A través de la drogadicción, ejercen control sobre mujeres afganas

Afganistán.

Empujar a la drogadicción a las mujeres se ha convertido en una forma de control para los hombres en Afganistán: mantenerlas drogadas evita que las esposas se rebelen o abandonen a sus maridos. En un centro de rehabilitación en Kabul intentan devolverlas a la sociedad.

Este centro para mujeres y niños ofrece tratamiento psicológico de 45 días, con el objetivo de que dejen de consumir drogas y puedan rehacer su vida, pero no solo el control de los hombres los lleva a esta situación, en muchas ocasiones la pobreza o crecer en entornos hostiles son otros de los motivos que conducen al consumo.

Además, Afganistán es el principal país exportador de opio, cubriendo el 80 por ciento de la demanda mundial. Lo que no se exporta, se convierte en un problema para el país y se traduce en un producto muy barato de adquirir, lo que dispara la drogadicción. Según los informes de Afganistán, cerca de 4 millones de afganos son adictos a algún tipo de droga.

La llegada de los talibanes ha provocado una crisis económica en el país que también ha afectado a los centros de rehabilitación. Se han reducido las ayudas que brinda el Ministerio de Salud, por ello las autoridades del centro piden ayuda internacional para crear un sistema sostenible a largo plazo que ayude a reintegrar con éxito a niños y mujeres una vez terminen su proceso de rehabilitación.