Si bien diversas investigaciones han demostrado que los programas de transferencias monetarias condicionadas, creados con el principal objetivo de reducir la pobreza, contribuyen a mejorar las condiciones de salud de sus beneficiarios, un nuevo estudio, revela los efectos positivos de uno de esos programas: Bolsa Familia, del gobierno federal brasileño, en la reducción de casos y muertes por tuberculosis en ese país.
Para los investigadores responsables del estudio, publicado en Nature Medicine, los resultados van más allá de Brasil ya que pueden contribuir a la creación de políticas públicas en todo el mundo.
A partir del análisis de datos de más de 54 millones de brasileños que se beneficiaron del programa desde 2004 –año de su creación– hasta 2015, los investigadores identificaron una reducción del 41 por ciento en la incidencia y del 31 por ciento en la mortalidad por tuberculosis.
El impacto fue aún más significativo en las poblaciones más vulnerables. La reducción entre las personas que viven en extrema pobreza fue del 51 y 40 por ciento en casos y muertes por la enfermedad, respectivamente. Entre poblaciones indígenas, estas tasas alcanzaron el 63 y 65 por ciento.
En entrevista, el profesor del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), Davide Rasella, coordinador del estudio, dijo que los resultados positivos ya eran esperados, pero las altas tasas de reducción de la incidencia y letalidad de la enfermedad sorprendieron al equipo de investigación.
Consultado sobre la vigencia de estas cifras tras la epidemia de COVID-19, que según las evidencias científicas conllevó a un aumento en el mundo de la incidencia y mortalidad de la TB, el especialista estimó que los resultados hayan seguido siendo similares a los del estudio.
“Los efectos de Bolsa Familia son mucho mayores de lo que esperábamos, porque en poblaciones de extrema pobreza, extrema vulnerabilidad, cualquier ayuda económica cambia drásticamente el riesgo de contraer y morir por enfermedades vinculadas a la pobreza”, señaló Rasella, también profesor colaborador en el Instituto de Salud Pública de la Universidad Federal de Bahía.
La tuberculosis es una enfermedad causada por una bacteria que se transmite a través del aire y que generalmente afecta a los pulmones. Según el último informe global de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2023 la tuberculosis resurgió como la principal causa de muerte por enfermedades infecciosas, superando a la COVID-19.
En Brasil, según el Ministerio de Salud, cada año se reportan aproximadamente 80 mil nuevos casos y alrededor de 5,5 mil muertes por la enfermedad.
Los efectos comprobados anteriormente de Bolsa Familia sobre otros problemas de salud incluyen la reducción de la mortalidad infantil, las enfermedades cardiovasculares, el VIH, la enfermedad de Hansen y el suicidio.
Condicionalidades
Bolsa Familia es uno de los programas de transferencias condicionadas de ingresos más grandes del mundo. Beneficia a familias con ingresos por debajo del umbral de pobreza, definido por el gobierno brasileño en US$ 43,6 por persona al mes (considerando la tasa de conversión de 5 reales por dólar).
El programa prevé un pago mensual de al menos US$120 a la familia: los niños de 0 a 6 años reciben US$50 adicionales y las mujeres embarazadas, niños y adolescentes de hasta 18 años reciben US$10 dólares adicionales.
El coordinador del estudio refuerza que la transferencia de ingresos actúa directamente sobre la pobreza, el principal determinante social de una enfermedad como la tuberculosis. Las ayudas económicas permiten, por ejemplo, mejorar las condiciones de alimentación, higiene y ventilación de los hogares.
Esto explica los efectos aún mayores entre los pueblos indígenas, que, como recuerda Rasella, son la población que más ha sufrido la inseguridad alimentaria en los últimos años en Brasil.
Pero es en las llamadas condicionalidades donde programas como éste amplifican sus efectos.
“El programa Bolsa Familia no termina con la transferencia de ingresos, también acerca a las familias a los servicios de salud”, explicó José Anael Neves, profesor del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Estadual de Ceará, quien no fue parte del estudio.
Para continuar recibiendo el beneficio, las mujeres embarazadas participantes en Bolsa Familia deben realizar controles prenatales y los niños deben estar al día con el calendario nacional de vacunación y monitorear su estado nutricional. Los niños y adolescentes también deben demostrar que asisten a la escuela.
Neves agrega que, de esta manera, los beneficiarios del programa se acercan a la Estrategia de Salud de la Familia, que organiza la atención básica en Brasil, teniendo mayor acceso a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento.
Para los investigadores responsables del estudio, los resultados pueden contribuir a la creación de políticas de lucha contra la pobreza en otras partes del mundo. La lucha contra la pobreza –primer Objetivo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas– podría ser decisiva para alcanzar la Estrategia para poner fin a la tuberculosis en 2035.
“La erradicación de la pobreza no sólo es importante desde el punto de vista ético, moral y de reducción de las desigualdades socioeconómicas, sino que es fundamental para mejorar la salud de las poblaciones más vulnerables”, concluyó Rasella.
Por: Luiz Felipe Fernandes vía SciDev.Net América Latina y el Caribe.
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