Francia.

La malaria es una enfermedad causada por parásitos que se presenta mayormente en climas tropicales y subtropicales. Los síntomas principales incluyen fiebre, dolores de cabeza, escalofríos, vómitos y diarrea. Si no se trata puede tener consecuencias graves y a veces mortales.

En las zonas endémicas muchas personas desarrollan cierta inmunidad, lo que puede ayudar a reducir el impacto de un brote grave. Los niños pequeños son el grupo más vulnerable. Hay tratamientos disponibles, por lo general, se combina un medicamento a base de artemisina con otro antipalúdico para mayor eficacia.

La malaria se transmite por mosquitos ‘Anopheles’ hembra que actúan durante la noche. Después de picar a un individuo infectado transmiten el parásito a la siguiente persona que pican, por ende, la infección está directamente relacionada con la presencia de mosquitos y con las condiciones climáticas. La transmisión es más intensa durante y después de las temporadas de lluvias.

El uso de insecticidas y mosquiteros son dos formas eficaces de reducir la transmisión. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda dos vacunas contra la malaria que han reducido significativamente la incidencia entre los niños.