En 30 años han desaparecido la mitad de los corales del mundo

México.

Aunque pueden parecernos inhóspitos en su inmensidad, los océanos tienen algunos oasis como éste, llenos de colores y vida. Por su complejidad, los arrecifes de coral son comparados con selvas como la Amazonia.

Sólo ocupan el 2% de los océanos, pero son hogar del 25% de las especies marinas.

Los corales son animales que pertenecen al mismo grupo que las medusas. Están constituidos por pólipos que establecen una relación con algas microscópicas.

Por medio de fotosíntesis, las algas les dan comida y color, mientras que los corales les brindan nutrientes y protección. Dependen uno del otro para vivir.

Algunas especies coralinas poseen un esqueleto externo de carbonato de calcio, lo que representa los cimientos del arrecife, que con el tiempo se convierte en arena blanca y fina como la del Caribe mexicano.

Los sistemas arrecifales representan una barrera natural que protege a las costas del oleaje intenso en caso de huracanes. Además, proporcionan alimento o ingresos a aproximadamente 500 millones de personas.

Pero en los últimos 30 años se ha perdido la mitad de los corales del mundo debido a la contaminación del mar, el desmedido crecimiento de la navegación, la pesca excesiva y destructiva, la tala de manglares y el cambio climático, que ha provocado enfermedades como el blanqueamiento coralino. 

El aumento de la temperatura del mar les ocasiona estrés, lo que provoca que las microalgas se desprendan, dejando al coral sin color, alimento y con el tiempo sin vida. De seguir así, a mediados de este siglo, los arrecifes del planeta desaparecerán.

Investigadores del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM en Puerto Morelos, Quintana Roo, estudian las amenazas a los arrecifes en busca de soluciones para su conservación.

Estos ambientes de ensueño parte de la naturaleza durante millones de años son importantes para la supervivencia de todas las especies, incluyendo la nuestra. Por ello, debemos preservarlos.

Por DGDC.