EE.UU El 11 de marzo, el equipo del observatorio espacial Webb, el más grande de la historia, completó la etapa de alineación conocida como calibración fina. Los parámetros del elemento del telescopio óptico (OTE), el ‘ojo’ del Webb, funcionan según las expectativas, e incluso por encima de ellas. El observatorio ya es capaz de recolectar con éxito la luz de objetos distantes y enviarla a sus instrumentos sin contratiempos. Aunque faltan meses...