México.

Los árboles de gran altura del bosque tropical seco de Chamela en Jalisco son escenario de fascinantes historias. Como en muchos sitios, las aves descansan y construyen sus nidos en las ramas, ardua labor que perfeccionan con los años. Pero no todas las aves de esta selva construyen nidos.

Este polluelo de halcón selvático de Collar espera impaciente la llegada de su comida. Como él, otros polluelos esperan en las alturas. Los huecos que se han formado por el rompimiento de las ramas o por la descomposición del tronco se convierten en sitio ideal para los halcones selváticos de Collar, guacos y loros corona lila, quienes hacen de estas cavidades sus nidos durante la época reproductiva.

Al encontrarse lejos del suelo y con una profundidad que puede alcanzar hasta un metro, estos huecos resultan un excelente refugio para los huevos y polluelos de estas aves, quedando a salvo de los depredadores. Pero no todos los huecos son una buena opción, por lo que los adultos deben ser muy selectivos. Además, para los halcones, unos cazadores expertos, el anidar en árboles altos y maduros les permite tener una vista envidiable de los alrededores. Se alimentan de reptiles, pequeños mamíferos y otras aves. Durante meses, cazan para los nuevos picos que hay que alimentar, hasta que estos sean independientes y sea hora de abandonar el nido.

Pero en esta selva también hay otras especies de aves que excavan sus nidos con sus propios picos y garras, como los pájaros carpinteros y las cotorras de frente naranja. Mientras que los carpinteros construyen sus nidos en los troncos de los árboles o en los cactus, estas cotorras utilizan termiteros como sitios de anidación.

Mucho de este conocimiento que hoy tenemos acerca del comportamiento y reproducción de estas aves es gracias a la investigación de la doctora Katharine Renton y sus estudiantes en la Estación de Biología Chamela del Instituto de Biología de la UNAM.

Al regular las poblaciones de vertebrados y plantas, las aves son importantes para la diversidad y dinámica de estos ecosistemas. Lamentablemente, el 25% de las especies que anidan en huecos de los árboles se encuentran en riesgo de extinción. La deforestación para la agricultura y ganadería, así como el cambio climático, son las principales amenazas de su hogar: las selvas secas.

Estos árboles grandes y maduros son primordiales para la vida. Su pérdida desencadenaría efectos en cascada sobre estos ambientes de enorme importancia para la biodiversidad, incluyendo a la humanidad.

Por: DGDC.