Australia.

Son conocidos internacionalmente por fusionar la danza indígena australiana y la contemporánea, y mantienen vivas las llamas de 65.000 años de cultura aborigen en las nuevas generaciones. Ellos son el grupo Bengarra.

Este grupo, formado por aborígenes, fue creado en 1989 y lo que representan son relatos, leyendas y tradiciones de las comunidades remotas aborígenes a través de la danza. Las comunidades aborígenes tienen mucho que contar y estos bailarines se trasladan hasta ellas para conocerlas y poder contar sus historias.

Algunos de ellos afirman que el poder conocerlas de primera mano y luego contar sus historias a través de la danza es una experiencia excepcional y enriquecedora, porque cada comunidad es muy diferente a la otra, ya bien por su lenguaje como por sus expresiones culturales.

Pero el gran reto para Bangarra es la interpretación, ya que puede generar algunas complicaciones por las tensiones entre la tradición y la modernidad.

Este enfoque requiere entender la complejidad de la cultura de los indígenas australianos, así como el impacto que sufrieron estos pueblos por la colonización británica que a principios del siglo XIX los despojó de sus tierras y luego se llevó a sus niños durante décadas para educarlos en el seno de familias e instituciones occidentales.