Científicos españoles han comprobado cómo una mayor adherencia a las recomendaciones internacionales para la prevención del cáncer a largo plazo puede mejorar ligeramente el bienestar físico de las mujeres que han sobrevivido a este tipo de tumor, sin influir en su salud mental.

En el momento del diagnóstico de cáncer de mama, las mujeres con hábitos saludables adquiridos tenían una percepción ligeramente mejor de su salud física. Así revela una investigación española que muestra, además, cómo aquellas que 7-12 años después habían aumentado su adhesión a estos patrones mostraron una ligera mejora en su bienestar, mientras que no se observaron cambios en su salud mental.

Este nuevo análisis, publicado en The Journal of Nutrition, Health and Aging, explora la asociación entre la adherencia a las emitidas por el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer y el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (WCRF/AICR) y la calidad de vida de las mujeres supervivientes.

El cáncer de mama representa la principal causa de muerte por esta enfermedad y el tumor con mayor prevalencia en ellas. Tanto el diagnóstico como los efectos secundarios del tratamiento pueden afectar a la calidad de vida de personas que sobreviven.

En 2018, el WCRF/AICR actualizó sus 10 recomendaciones para la prevención del cáncer. A pesar del creciente número de nuevos casos de tumores de mama, hasta ahora no había evidencia científica sobre el impacto de la adopción de estilos de vida saludables en la calidad de vida de las supervivientes a largo plazo.

 

Mejoría en la calidad de vida

 

El estudio, realizado por expertos del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), ha contado con investigadores de 16 hospitales españoles y en él participaron 406 mujeres supervivientes de cáncer de mama incluidas en el estudio EpiGEICAM y seguidas una media de 10 años tras el diagnóstico. Se recogió información epidemiológica, clínica, dietética, de actividad física y de calidad de vida al diagnóstico y 7-12 años después.

Los autores observaron que, en el momento del diagnóstico, cada punto adicional de adherencia a las recomendaciones se asociaba con un aumento de 0,78 puntos en el dominio físico de la calidad de vida, lo que representa una ligera mejoría.

 

Sin afectar al bienestar mental

 

Con respecto al posible efecto del aumento de la adherencia a las recomendaciones a lo largo del tiempo, la salud física de cada mujer superviviente mejoró 0,73 puntos por cada unidad de aumento en dicha adherencia. Por el contrario, su bienestar mental no se vio afectado por el cumplimiento de las recomendaciones en el momento del diagnóstico, ni por los cambios en la adherencia a lo largo del tiempo.

Dado el creciente número de mujeres que sobreviven a esta enfermedad, el equipo cree que es cada vez más necesario dar a conocer y difundir estas recomendaciones entre ellas, no solo para mejorar su calidad de vida relacionada con la salud, sino también para mejorar el pronóstico del cáncer de mama y de otras patologías que comparten los mismos factores de riesgo.