Bolivia.

Son flamencos altoandinos de Suramérica. Una especie como ésta vive entre 3 mil y 5 mil 200 metros de altitud. Hoy estas aves son protegidas en un programa de conservación en Bolivia que busca preservar una especie declarada vulnerable. Se les colocan codificados para conocer sus rutas migratorias y se rescatan en Cuba en los huevos desechados que no son aptos para el consumo.

“Y nosotros lo que hemos hecho es rescatar estos huevos que están con embriones y a través de incubadoras portátiles los trajimos aquí al Bioparque Municipal donde ya teníamos una incubadora mucho más estable y les dábamos las condiciones adecuadas”, contó el biólogo, Omar Rocha.

El programa de conservación de flamencos altoandinos se gestó tras una primera iniciativa del Bioparque Municipal Best Opacos para rescatar unos huevos de flamenco. Entre los huevos rescatados en 2015, 10 flamencos sobrevivieron y actualmente viven en el Bioparque.

En el invierno la temperatura en el suroeste boliviano desciende hasta los 25 grados por lo que las lagunas se congelan y los flamencos migran a otros lugares para conseguir alimento. Los flamencos se desplazan hacia lagos como Urú -Uru en la región vecina de Ururu, hacia humedales en el sur peruano o en el norte de Chile e incluso a sitios argentinos como la laguna Mar Chiquita.

“Cada año anillamos alrededor de 500 a 800 ejemplares, primero los atrapamos a los pichones de tres meses de edad que no tienen capacidad de vuelo, les ponemos un anillo codificado con letras, entonces los anillamos y los liberamos en ese momento”, dijo Rocha.

Argentina, Bolivia, Chile y Perú realizan desde hace varias décadas algunas actividades conjuntas de monitoreo y también censos simultáneos de las aves. El censo se realiza en más de 230 humedales en los cuatro países cada cinco años y los datos aproximados que se tienen es que en la región hay unos 250 mil flamencos chilenos, 120 mil de James y 70 mil andinos.