Estados Unidos.-

En Mission, en el estado de Texas, la construcción de un tramo del «muro grande y hermoso» prometido por el presidente Donald Trump para luchar contra la inmigración ilegal puede tener otra víctima: la fauna, y especialmente las mariposas.

Enclavada en el Valle del Río Grande, Mission es el hogar del Centro Nacional de Mariposas, una organización privada sin ánimo de lucro dedicada a la preservación de estos insectos.

«Aquí antes había un campo de cebollas», explica Luciano Guerra, uno de los responsables del centro.

«Lo devolvimos a su estado natural, creamos un hábitat para las mariposas (…). Y al crear un hábitat para las mariposas, atrajimos» a otros tipos de animales, añade.

Como resultado de su trabajo, en esta zona se han identificado cerca de 200 especies de mariposas. En primavera y otoño se pueden observar «de 80 a 100 en un solo día», explica Guerra.

Entre ellas, la famosa monarca, de tonos naranja y negro, y la mariposa reina o la Agraulis vanillae.

En medio de la vegetación de la orilla del Río Grande, frontera natural con México, habitan linces, coyotes, pecaríes, armadillos y tortugas de Texas.

La construcción de un muro, por tanto, sería devastador, advierten desde el centro, cuya directora, Marianna Trevino Wright viajó a Washington para declarar ante los miembros demócratas de una comisión parlamentaria sobre recursos naturales, y exigir acciones a la clase política.

Trevino protestó ante los legisladores porque el gobierno aprobó el proyecto sin tener en cuenta muchas leyes de protección ambiental.

Por: AFP