Tokio, Japón.

La sonda japonesa SLIM, que convirtió a Japón en el quinto país del mundo en alunizar con éxito el pasado enero, ha concluido su misión de exploración lunar tras perder la comunicación, confirmó este martes la agencia aeroespacial japonesa (JAXA).

La JAXA dijo que ha mandado la orden de concluir operaciones a la sonda SLIM el pasado viernes, después de que la misma «demostrara resultados que fueron más allá de los objetivos iniciales», como por ejemplo al soportar tres noches lunares heladas.

La agencia japonesa planea publicar un documento con todos los logros de la sonda SLIM el próximo otoño.

Entre ellos, destaca soportar tres noches lunares, cada una de ellas con una duración de unas dos semanas, tras las cuales la JAXA no pudo establecer comunicación entre mayo y julio, tras su último contacto el 28 de abril, según detalló.

El SLIM (siglas en inglés de Smart Lander for Investigating Moon, o módulo de aterrizaje inteligente para investigar la Luna) aterrizó en el satélite natural de la Tierra a las 00:20 hora local del día 20 de enero (15:20 GMT del 19), tras un descenso accidentado de 20 minutos en el que perdió uno de sus dos motores.

El aparato logró establecer comunicación con la Tierra tras alunizar, pero incapaz de generar energía a partir de sus células solares debido a que el comportamiento durante el aterrizaje no fue el planeado y sus paneles quedaron orientados hacia el oeste, un problema que se solucionó poco después.

El objetivo principal de SLIM era hacer un aterrizaje «pinpoint», o de precisión/localizado, en un radio de 100 metros alrededor del cráter Shioli, próximo al ecuador lunar, una precisión sin precedentes hasta el momento. Los alunizajes convencionales tienen actualmente un margen de varios kilómetros, mientras que este módulo logró aterrizar a unos 55 metros del objetivo.

Otra misión secundaria del SLIM consistía en tomar imágenes para el proyecto de exploración lunar Artemis.