México.

Imagina que la Tierra no tuviera capa de ozono, si de por si nos quemamos, terminaríamos como carbón después de exponernos al Sol. Y es en serio, muy pocos seres vivos soportarían ese nivel de radiación.

La capa de ozono es una capa de gases que se encuentren en la atmósfera superior y que protege a los seres vivos de los rayos UV que provienen del Sol. Sin embargo, algunos compuestos químicos como los clorofluorocarbonos (CFC) que son utilizados en refrigerantes y aerosoles destruyen esta capa.

Los CFC eran muy utilizados durante la década de los ochenta del siglo pasado, ya que se consideraba que no reaccionaban con otros elementos químicos. Pero en una investigación en la que participó el mexicano Mario Molina, se encontró que los CFC reaccionaban con el ozono y lo degradaban.

En 1985, científicos británicos descubrieron un gran agujero en la capa de ozono en la Antártida. Dos años después, se firmó la eliminación de estas sustancias. A partir de ello, aunque los CFC tardaran años en desaparecer por completo, la capa de ozono se ha recuperado poco a poco.

Por: DGDC.