Guadalajara, México.
Los trazos que antes se criminalizaban y menospreciaban dejaron de ser simples grafitis para convertirse en arte urbano que tendrá cabida en los muros del Museo de las Artes de Guadalajara, en el occidente de México, para mostrar al público la técnica que da vida a esta expresión.
Samuel Sánchez, quien hace arte urbano desde hace tres décadas y es conocido como ‘Fixer’ en la ciudad, contó este viernes a EFE que la gente lo ha discriminado y la Policía lo ha perseguido por grafitear muros, aunque también ha sido testigo de la paulatina aceptación de este oficio.
“Hace 25 o 30 años que empezamos sí era muy discriminatorio, era mal visto, se expresaban de una manera despectiva de la gente que hace grafiti y ahorita que ya se ha hecho popular la gente ha cambiado esa percepción, antes te metían en la cárcel, ahora el mismo gobierno te contrata”, declaró con sarcasmo.
‘Fixer’ es parte del grupo de artistas urbanos que tendrá una residencia artística en el Museo de las Artes (Musa) durante agosto y septiembre.
Aunque ha trabajado con galerías y pintado murales financiados por instituciones gubernamentales considera que estar en un espacio museístico reivindica el arte que él y muchas otras personas realizan.
“El arte urbano, su origen es ilegal, es de las calles, es una expresión libre y al momento de que lo plasmas en una galería cambia todo el contexto, o sea, deja de ser ilegal y se convierte en arte. (…) El artista ya es nombrado artista y dejó de ser vándalo”, afirmó.
Los museos se abren a artes nuevas
Maribel Arteaga, directora del Musa, explicó a EFE que esta residencia es un espacio para que artistas desarrollen su trabajo y estén en contacto con visitantes durante el proceso creativo.
El año pasado abrieron las puertas a artistas del tatuaje para recibir a todo tipo de expresiones artísticas y este 2024, con el arte urbano como invitado, pretenden quitar el estigma que rodeó durante años a los antes llamados grafiteros.
“Tenemos este estigma de que el grafiti no es arte cuando realmente se necesita creatividad, se necesita destrezas, tener muchas cualidades para estar haciendo este tipo de trabajo en la calle«, dijo Arteaga.
Resaltó que «hubo muchos años en los que eran perseguidos, que acababan detrás de las rejas», pero «este trabajo de inclusión ha permitido ir más allá”.
El perfil de quienes participan demuestra que también pueden aplicarse conocimientos académicos, pues la mayoría tienen estudios de licenciatura en diseño, en artes, en paisajismo, en educación artística, y hay quienes han colaborado con galerías y empresas locales e internacionales.
Adnan Galva, quien ha intervenido muros de varias dimensiones y autos de alta gama, dijo a EFE que mostrar su arte en un museo puede inspirar a jóvenes talentos.
“Antes no pensaba llegar a este tipo de lugares. Sin embargo, ¿adivinen dónde estoy? Sí te lo quita (el estigma), claro que sí, y vamos a demostrarle también a las demás personas que lo pueden hacer, que si ellos practican y generan sus diversas propuestas, eso es muy bueno», señaló.
Los trabajos que resulten de la residencia conformarán una exposición que se inaugurará en el Musa el 3 de septiembre próximo y permanecerá hasta finalizar 2024.
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