Deforestación en la Amazonía boliviana amenaza la producción de castañas

Bolivia.

Vital Muñoz se interna en la Amazonía boliviana en busca de las últimas castañas de temporada. Como él, miles de colectores están preocupados por el avance de la deforestación que reduce la producción de este fruto aliado del bosque tropical.

“Se acaba la castaña, vamos a trabajar por día, jornaleando, y 100 bolivianos, y en cambio si nosotros hacemos una barrica de castaña en el día, son 400 bolivianos”, relató Muñoz.

El año pasado se exportaron 23.000 toneladas de castaña en Cáscara o no es amazónica. Una caída del 15% en relación a 2022, cuando se vendieron 27.000 toneladas, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior, que es una entidad privada. El 90% de la producción boliviana se distribuye entre los países bajos, Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y Brasil.

Según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, Bolivia es uno de los principales productores de la castaña, o también conocida como castaña de Brasil. Más de 25.000 familias se dedican a la recolección de este súper alimento en Bolivia. Es un fruto producido de forma natural, sin fertilizantes ni pesticidas. Únicamente requiere de la polinización que involucra insectos como las abejas o mamíferos como el hochi.

“Para producir castaña no hacemos caer un árbol, no cortamos nada, no contaminamos, no fumigamos, no hacemos absolutamente nada. Se encarga la naturaleza de que nosotros podamos recibir los cocos de castaña que ustedes han apreciado”, comentó Dinko Fernandez, Gerente General de Tahuamanu S.A.

Pero los incendios forestales están sofocando a la Amazonía Boliviana. El gobierno señala a colonos y empresarios agroindustriales como responsables de las quemas en su intento por expandir la frontera agrícola, con alrededor de 400.000 hectáreas destruidas. En 2022 Bolivia se convirtió en uno de los tres países del mundo que más perdió Bosque Tropical, según un reciente informe del sistema de monitoreo Global Forest Watch.

Las castañas provienen del Bertoletti Excelsa, un árbol nativo de Sudamérica que puede alcanzar los 60 metros de altura y vivir hasta mil años. Pero así quedan en pie después de un incendio, estos árboles dejan de producir castañas. Según cifras oficiales, la región castañera cubre unos 100 mil kilómetros en Bolivia, es decir un 10% de la superficie del país, lo que supone la misma extensión de territorio conservado.