Ecuador.

Las abejas llegaron a la Tierra mucho antes que los seres humanos. Están aquí desde hace 130 millones de años. Estos pequeños insectos polinizadores y productores de miel que sobrevivieron incluso a la extinción de los dinosaurios, hoy forman parte de la larga lista de especies que posiblemente desaparezcan del planeta, pues se enfrentan a varias amenazas desde el cambio climático, malas prácticas agrícolas hasta plagas letales como la Varroa destructor, un minúsculo enemigo que puede acabar rápidamente con colmenas enteras de ácaros.

Se posa en la parte posterior de las abejas, justo cerca del medio de las alas prácticamente, y se aferra ahí y comienza a succionar hemolinfa del insecto”, destacó Miguel Gómez, investigador.

Como la sangre en los humanos es la hemolinfa un líquido vital para la vida de las abejas. “Cuando son casos severos inclusive comienza a ver. Luego de formaciones de abejas salen abejas sin alas totalmente deformadas. Entonces es bastante serio porque ya comienza a generar abejas que no son funcionales, que no pueden hacer su trabajo como una abeja sana. Entonces las cosechas bajan también y su labor ecológica también disminuiría porque no pueden hacer polinización”, comentó Gómez.

Para controlar esta plaga y garantizar la salud de las abejas. Desde la carrera de Agropecuaria de la Universidad Técnica del Norte en Ibarra, Ecuador, se investigan métodos naturales efectivos para eliminar este ácaro sin perjudicar a la abeja ni la miel que produce.

“Uno de los métodos culturales que uno puede practicar es aplicar humo con productos naturales, como ruda, se puede poner también eucalipto. Hay un compañero que realizó una investigación, pero no aquí en el apiario, sino en una empresa apícola utilizando tabaco que tuvo también buenos resultados”, relató Alexander Mugmal, estudiante agropecuario.

Otras investigaciones realizadas por los estudiantes sugieren que el uso de suplementos alimenticios para abejas también ayuda a prevenir y proteger las colmenas de la varroa.

Al tener una colmena con mayor vigor, lo que va a hacer es que éstas tengan más resistencia también a diferentes factores que pueden ser perjudiciales como son la varroa. También a las condiciones ambientales”, comentó Cristian Guerrero, estudiante agropecuario.

La varroa es una de las plagas más comunes y antiguas que amenazan la vida de las abejas, por lo que el aporte investigativo de los estudiantes es valioso, en especial porque en los últimos años se han reportado caídas de hasta el 40% de estos polinizadores.

“Entonces, queremos nosotros contribuir un poco en la parte literaria y a la vez también construir en el medio ambiente con colmenas”, dijo Mugmal.

Cuidar abejas es también cuidar del equilibrio de los ecosistemas y el futuro de los seres humanos que dependen de los alimentos que estos polinizadores ayudan a producir en el campo. Conscientes de ello, docentes y estudiantes de la carrera mantienen su esfuerzo de preservar la salud de sus colmenas, creando un refugio en el que los insectos alados pueden vivir y multiplicarse.

Por: UTN.