Cuba.

Mientras revisa, clasifica y organiza minuciosamente varias carpetas, Silvia, la hija del caricaturista más importante en la historia de Cuba, Juan Padrón, ha emprendido una tarea maratónica para honrar el legado cultural que dejó su padre. Su reto es cumplir el sueño plazado del artista de preservar su vasta obra para llevarla al cine de animación.

“Mi papá siempre tuvo el dolor de que su obra estaba ahí archivada, como él había podido, y desde que él falleció, yo me tracé la meta de dedicarme entonces a la conservación y a la promoción de su obra, y ahí empecé a rescatar originales que se habían quedado en publicaciones”, contó Silvia.

El ingenio del guionista incluye acetatos, caricaturas y dibujos que ahora su hija intenta digitalizar para darle mayor visibilidad a su obra.

Para ello cuenta con el apoyo técnico y económico de la embajada de Alemania en Cuba a través de un programa de conservación cultural. La primera fase de este reto, que estima tardar dos meses, consiste en hacer un inventario de todo el material, organizarlo en catálogos y posteriormente digitalizarlo.