Bahía Paraíso (Antártida).

Las ochenta líderes científicas de la expedición Homeward Bound pusieron pie por fin en el continente antártico, donde conocieron un ambicioso proyecto de investigación de peces en la base argentina Brown, en Bahía Paraíso, considerado uno de los lugares más bellos de la Antártida.

La estación Brown fue fundada en 1951 en medio de un paisaje montañoso, con un puerto y un mirador natural. A medida que avanzan, las expedicionarias conocen por fuera las discretas instalaciones de la base, que solo funciona en el verano y que se ha reactivado paulatinamente tras un incendio en 1984.

Lo más llamativo al llegar es ver las pequeñas casas de la estación rodeadas de grupos de pingüinos papuas, con las hembras ubicadas en un sector próximo a la costa, que recorren sus senderos sin ninguna prevención ante los humanos.

Aunque en el lugar, habitado por once personas y actualmente bajo el mando de Astrid Zaffiro, se han realizado estudios de monitoreo de aves, cetáceos y geología, la apuesta de la presente temporada será la investigación sobre peces.

«Actualmente tenemos actividad científica desarrollada en función de peces y de establecer límites de pesca», explicó a Efe María Florencia Blanchet, teniente médica y encargada ambiental de la estación, quien arribó con la actual misión hace apenas una semana, por lo que aún continúan adecuando algunos espacios.

Manuel Novillo, experto en peces antárticos, detalló que con las investigaciones buscan «tratar de entender el comportamiento y la vida de los peces, la biología, su ciclo de vida, para poder protegerlos en el supuesto caso de que haya una reapertura de la pesca comercial en estas áreas«.

De acuerdo con el científico, en los años setenta hubo una sobrepesca y se vieron disminuidas poblaciones hasta casi la extinción en las islas Shetland del Sur. Ahora, que está prohibida en varios sitios alrededor de esas islas, «seguimos haciendo estudios de la biología básica de las especies, para tener una idea, por si hay una reapertura, de dónde pescar, en qué época y cómo hacerlo de forma sostenible«.

En esta base se mantiene la preocupación expresada por otros científicos ante una posible pesca no controlada y ante el calentamiento global, que ha afectado la vida marina y los glaciares.

Creo que este «maravilloso lugar hay que cuidarlo con toda el alma ya que en cualquier momento no lo tenemos, porque el clima está haciendo una locura acá (…) Se está derritiendo todo«, afirma a Efe Carlos Bellisio, de 61 años y quien se ha dedicado al estudio de peces antárticos desde los años setenta.

Tras la de Carlini, esta es la segunda base argentina en la Antártida que visita la expedición del programa australiano Homeward Bound, apoyado por la firma española de infraestructura y energías renovables Acciona y que busca aumentar la visibilidad como líderes en el mundo de las mujeres del campo de STEMM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas y Medicina).

La médica Kristin Mitchell, quien trabaja en Alaska, destacó, precisamente, el hecho de que dos mujeres, Astrid Zaffiro y la pediatra Blanchet, sean líderes en la base Brown. «Eso habla mucho del trabajo en equipo y del empoderamiento femenino«, agregó.

La expedición Homeward Bound, que partió el 31 de diciembre desde Ushuaia, considerada la ciudad más austral del planeta, y se extenderá hasta el 19 de enero, cuenta con la participación de la costarricense Christiana Figueres, artífice del Acuerdo de París sobre cambio climático y líder en favor del empoderamiento femenino.

Por: Diana Marcela Tinjacá / Agencia EFE