Rumania.

Se puede jugar con ellos, esconderse en ellos o incluso vivir con ellos, y son algo todavía bastante inusuales: muebles de cartón. “La idea nació de la necesidad. Cuando llegué a Bucarest hace unos 12 años, tuve que mudarme de apartamento muchas veces. Cambiaba continuamente de casa y me encontraba con el problema de los muebles”, dijo Niko Bachu, dueño de Foldo.

Pesaban mucho, eran poco manejables, podían ser innecesarios si el nuevo piso era más pequeño. Niko Bachu pensó entonces que los muebles de cartón, en cambio, podían montarse y desmontarse rápidamente. Y sobre todo, se podían transportar con facilidad. Así que escribió a varias fábricas de cartón corrugado, pidió muestras y con ellas se puso a construir su primer sillón de cartón.

Esto marcó el inicio de Foldo, fabricante de muebles de cartón. El negocio principal de Foldo: coloridos muebles de cartón para la habitación de los niños diseñados con pinturas ecológicas.

Los muebles pueden adquirirse en la tienda online. Cuando los niños son mayores, los clientes pueden devolver los muebles y reciben, a cambio, una rebaja si compran nuevos muebles. A su vez, los muebles usados se venden a precios reducidos. Pero Niko Bachu también descubrió otros sectores.

“Al asistir a ferias para exponer nuestros muebles, fabricamos nuestro propio mostrador. Obviamente lo construimos de cartón porque es lo que hacemos. Poco a poco acabamos haciendo unos kioscos de buena calidad. Así fue como llegaron los primeros clientes y nos pidieron que les hiciéramos sus mostradores de cartón”, destacó Bachu.

Al fin y al cabo, el mobiliario o los stands de las ferias sólo se necesitan durante unos días. Comprarlos y transportarlos suele costar mucho dinero y no es muy ecológico. Un gran productor de envases alimentarios compostables es también uno de los clientes de Niko, que ya no solo le hace pedidos para ferias.

La idea partió principalmente de un mobiliario de cartón que hice para unas exposiciones en Rumania y en el extranjero. Fue un gran éxito, la gente tenía mucha curiosidad y no podían dejar de tocar los objetos. Entonces decidimos configurar nuestro pabellón de exposiciones con objetos de cartón y este es el resultado. Todo es de cartón”, destacó Bachu.

El empresario reinvierte en la empresa todo lo que gana. También ha costeado grandes inversiones, como esta impresora especial para las acuarelas. Creo que esta forma de hacer negocios es más sostenible a largo plazo, al igual que sus productos.