México.

Los juegos pueden llegar a ser muy frustrantes. ¿Será que los videojuegos pueden ayudarnos a comprender esta y otras emociones? Vamos a verlo.

Frustración, tristeza, enojo, dolor, angustia, entre otros sentimientos son expresiones del sufrimiento humano. Cuando relacionamos estas emociones con eventos específicos de nuestra vida, tendemos a evitarlos. Esta tendencia a evitar lo que nos produce sensaciones negativas constantemente se le conoce como evitación experiencial e implica ciertos riesgos.

De acuerdo a Luciano y Valdivia, investigadoras de la Universidad de Almería y Zaragoza, si la evitación llega a convertirse en un hábito, el malestar puede volver con efecto boomerang más extenso y más intenso.

Con el propósito de conocer más acerca de esta conducta, los investigadores Patrón Espinosa, Ortega González, Martínez Montoro y Viloria Hernández de la UABC, desarrollaron una herramienta virtual llamada: AMSELÍN. Consiste en un videojuego con temáticas de policías y ladrones que se divide en dos fases. En la primera, el participante El ladrón puede ganar al ir tomando bolsas de dinero mientras escapa de las patrullas. Sin embargo, la segunda fase está hecha de tal modo que ganar resulta imposible. Luego de jugar, a cada participante se le aplicó un cuestionario para registrar las emociones relacionadas con la evitación experiencial vividas durante la partida.

Estas pruebas posteriores mostraron que a mayor sensación de frustración, menor era el tiempo invertido en la segunda fase del juego. En otras palabras, los participantes con altos registros de evitación experiencial terminaron la fase dos de AMSELÍN rápidamente con tal de evitar o escapar de una situación frustrante.

El desarrollo de videojuegos, como AMSELÍN, demuestra que estos pueden ser herramientas de utilidad para el estudio de la conducta humana, ya que permiten capturar nuestras reacciones a ciertos estímulos y escenarios en tiempo real. ¿De qué otras maneras era posible utilizar los videojuegos para ampliar nuestro conocimiento?

 

Por: UABC.