Río de Janeiro, Brasil.

El Pantanal, un gigantesco humedal que Brasil comparte con Bolivia y Paraguay, perdió un 61 % de la superficie acuática situada en territorio brasileño por la sequía y los incendios, según un estudio divulgado este miércoles por la plataforma científica Mapbiomas.

Este bioma, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y considerado uno de los ecosistemas más ricos del mundo en biodiversidad de flora y fauna, se vio afectado por una oleada de incendios en 2023 y actualmente enfrenta una nueva situación de emergencia por los fuegos.

Hasta abril del presente año, los in­cen­dios han des­trui­do 2,6 mi­llo­nes de hec­tá­reas en la Ama­zo­nía bra­si­le­ña en­tre enero y mar­zo, se­gún los cálcu­los más re­cien­tes de la pla­ta­for­ma Map­bio­mas, una red con­for­ma­da por de­ce­nas de uni­ver­si­da­des, ONG y em­pre­sas de tec­no­lo­gía, que mo­ni­to­ri­zan la de­fo­res­ta­ción en los dis­tin­tos eco­sis­te­mas de Su­ra­mé­ri­ca.

De acuerdo con el estudio de Mapbiomas, el Pantanal es el ecosistema brasileño que más se ha secado a lo largo de la serie histórica, que cubre el período entre 1985 y 2023.

La superficie cubierta por el agua en el Pantanal brasileño alcanzó en 2023 las 382.000 hectáreas, un 61 % abajo del promedio histórico.

Para Eduardo Rosa, experto de Mapbiomas, en este 2024, en vez de tener un pico de inundaciones en el Pantanal, se ha registrado un pico de sequía que debe durar hasta septiembre, lo que ha llevado al bioma a enfrentar fuertes incendios.

En lo corrido de este año, el Pantanal ha registrado 3.372 alarmas por focos de incendios, el mayor número desde 1998, cuando el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, en portugués) comenzó a hacer las mediciones.

El estudio señala que en todo Brasil, la superficie de agua disminuyó un 1,5 % el año pasado, frente a la media histórica.

Se trata de la segunda caída de la superficie de agua en el país en 39 años. La última vez ocurrió en 2021 cuando se redujo un 7 %.